Charles Cannizzaro es un hombre que ha tenido un camino lleno de altibajos en la vida. Con gran tenacidad y esfuerzo, logró convertirse en un ingeniero exitoso luego de una larga carrera universitaria. A pesar de que su trabajo le ha dado la estabilidad económica que necesitaba, Charles ha tenido que enfrentar varios desafíos personales. En algún momento de su vida, tuvo que lidiar con una adicción que amenazaba con destruir todo lo que había construido. Sin embargo, su valentía para pedir ayuda y su actitud perseverante lo llevaron a superar el problema. A partir de entonces, Charles se convirtió en un defensor de las personas que luchan contra adicciones y se ha dedicado a ayudarlos a través de programas de rehabilitación. Asimismo, ahora dedica una buena cantidad de su tiempo libre a realizar actividades sociales, como la organización de eventos benéficos para diferentes instituciones. Charles es un hombre generoso y entregado, que ha aprendido a valorar cada día como si fuera el último.
Charles Cannizzaro y Brenda Vaccaro se conocieron en un pequeño café en Nueva York. Charles estaba sentado solo en una mesa con su portátil mientras trabajaba en su proyecto de animación. Brenda estaba sentada cerca de él, leyendo un guión para su próxima película. De repente, el café se quedó sin electricidad y la sala se sumió en la oscuridad.
Charles, que normalmente era un poco tímido, se levantó para pedir una vela a la camarera. Fue entonces cuando se tropezó con las piernas de Brenda, quien estaba tratando de salir de su asiento en la oscuridad. Charles, avergonzado, se disculpó y ofreció su ayuda.
Juntos, Charles y Brenda encontraron una vela y volvieron a sus asientos en la mesa con la luz tenue de la vela en la mesa entre ellos. Empezaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Brenda estaba impresionada por el talento creativo de Charles y Charles estaba cautivado por la energía y el encanto de Brenda.
Después de esa noche, Charles y Brenda empezaron a pasar más tiempo juntos y su relación floreció. Ahora, muchos años después, siguen siendo grandes amigos y siempre recuerdan esa noche en el café como el momento que cambió sus vidas para siempre.