Charles Pawley y Susan Cummings se conocieron en una cafetería de Nueva York. Charles estaba trabajando en su laptop y Susan notó que tenía el mismo modelo que ella. Empujada por la curiosidad, Susan se acercó a Charles y le preguntó si podía sentarse en su mesa.
Charles asintió y se presentó. Durante la conversación, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Ambos eran escritores y amantes del cine y la música. Además, descubrieron que vivían a solo unas pocas calles de distancia.
Para romper el hielo, Susan le preguntó a Charles si quería ir a un concierto en el Central Park esa noche. Charles estaba emocionado por la idea y aceptó.
Esa noche, disfrutaron del concierto y conversaron profundamente bajo las estrellas. Desde entonces, Charles y Susan se convirtieron en grandes amigos y apoyo mutuo en sus carreras de escritura. Y, como dicen, el resto es historia.