Chente Escribano es un actor, comediante y presentador de televisión español. Nació en Madrid en 1982 y empezó su carrera artística en un grupo de teatro universitario. En 2005 comenzó a trabajar en la televisión local de Madrid y luego se trasladó a la televisión nacional.
Es conocido por su trabajo como presentador en varios programas infantiles y juveniles, como "Los Lunnis" y "Megatrix". También ha participado en varias series de televisión, como "Águila Roja", "Los Protegidos" y "Amar es para siempre".
En cuanto a su carrera en el cine, ha participado en películas como "Toc Toc" y "Villaviciosa de al lado". Además, ha trabajado como actor de doblaje en varias películas animadas, interpretando personajes en películas como "Bob Esponja: Un héroe al rescate" y "La abeja Maya: Los juegos de la miel".
Chente Escribano ha sido reconocido por su trabajo en la televisión española, recibiendo varios premios, como el "Ondas" y el "TP de Oro". También es conocido por su labor como activista de la comunidad LGTBIQ+.
Un día soleado, Chente estaba caminando por el parque, disfrutando de la naturaleza. De repente, su perro se escapó y corrió hacia una chica que estaba sentada en un banco cercano. Era Mariana, quien estaba leyendo un libro. Chente se disculpó por el comportamiento de su perro y comenzaron a hablar sobre mascotas y sus vidas. Descubrieron que tenían mucho en común y comenzaron a salir juntos. Con el tiempo, su amistad se convirtió en amor, y ahora son una pareja feliz y enamorada.
Bueno, cuentan que Chente y Marisa se conocieron una mañana de primavera en una cafetería del centro de la ciudad. Chente acababa de llegar de México y estaba buscando trabajo como escritor. Marisa, por su parte, era editora en una de las principales casas editoriales del país.
Los dos se cruzaron la mirada y sintieron como si se hubieran conocido toda la vida. La química entre ellos fue instantánea y empezaron a hablar de todo tipo de cosas: literatura, música, cine, viajes...
El tiempo pasó volando y cuando se dieron cuenta, ya llevaban horas charlando y riendo juntos. Fue entonces cuando Chente, en un arrebato de valentía, le pidió a Marisa su teléfono.
Ella aceptó encantada y se despidieron con un beso en la mejilla. Desde ese día, Chente y Marisa se convirtieron en inseparables. Juntos recorrieron los rincones más bonitos del mundo y vivieron un amor apasionado e intenso que siempre recordarán con cariño.