Chocolate

Chocolate fue un hombre esclavo nacido en la colonia francesa de Saint-Domingue (hoy Haití) a finales del siglo XVIII. Fue vendido a un comerciante español que lo llevó a Cuba, donde aprendió el oficio de cocinero. En 1800, el Conde de Villanueva, un adinerado terrateniente, compró a Chocolate y lo llevó a La Habana para trabajar en su mansión como cocinero personal. Allí, Chocolate se hizo famoso por su habilidad culinaria, especialmente por sus postres y dulces, a los que añadía su toque personal con ingredientes locales. El Conde de Villanueva y Chocolate desarrollaron una relación de amistad, lo que le permitió a Chocolate tener algunos privilegios, como salir a la calle con ropa elegante en vez de la típica vestimenta de esclavo. En 1817, el Conde murió, dejando a Chocolate en libertad en su testamento. Sin embargo, los herederos del Conde se negaron a concedérsela, y Chocolate tuvo que luchar legalmente por su libertad durante varios años. Finalmente, lo logró en 1826 y pudo disfrutar de su libertad hasta su muerte en 1838. La historia de Chocolate se ha convertido en un símbolo de la resistencia y la lucha contra la esclavitud en Cuba y en el Caribe. Además, su legado gastronómico ha sido muy valorado en la cultura cubana.