Clara Martínez Lara fue una mujer española nacida en 1895 en la localidad de Montilla, provincia de Córdoba. Fue la tercera hija de una familia humilde, y a temprana edad, junto con sus padres y hermanos, emigraron a Francia en busca de trabajo. En su adolescencia, Clara se unió a la Asociación Cristiana de Jóvenes, donde fue formada en los valores cristianos y aprendió a valorar el servicio a los demás como un medio para mostrar su amor por Dios. Fue en este ambiente que conoció a su futuro esposo, Francisco García Sánchez. Después de haberse casado, la pareja decidió regresar a España y establecerse en Granada. Allí, Clara y Francisco fundaron una familia y entregaron su vida al servicio de los demás. Clara se destacó por su carácter bondadoso y generoso, y dedicó gran parte de su tiempo a la educación de sus hijos y a la atención de enfermos y personas necesitadas. En 1936, estalló la Guerra Civil española, lo que resultó en la persecución y muerte de miles de católicos en toda España. Clara y su esposo sufrieron las consecuencias de la violencia y la opresión, y tuvieron que esconderse para evitar ser asesinados. Fue en este momento de su vida que Clara profundizó su devoción a Dios y comenzó a experimentar visiones y experiencias místicas. A pesar de la persecución, Clara y su esposo lograron sobrevivir a la Guerra y se mantuvieron firmes en su fe y compromiso con la Iglesia. Clara continuó su labor de atención a los enfermos y necesitados hasta su muerte en 1983, a los 87 años de edad. Hoy en día, Clara Martínez Lara se encuentra en proceso de beatificación por la Iglesia Católica, como una ejemplar laica comprometida con Dios y el servicio a los demás.