Conraddo
Conrado siempre había sido una persona muy dedicada a su trabajo, era un arquitecto reconocido en la ciudad y había logrado construir algunos de los edificios más emblemáticos de la zona. Sin embargo, su vida había dado un giro radical cuando se encontró con una fotografía antigua de su abuelo, quien había sido un famoso pintor en su época. Desde ese momento, Conrado comenzó a experimentar una gran pasión por la pintura y decidió que tenía que explorar ese lado de él que había permanecido oculto durante tantos años. Así, comenzó a asistir a clases de pintura y a dedicar cada vez más tiempo a su nueva pasión, aunque eso significara reducir un poco su trabajo de arquitecto. Ahora, Conrado se siente más pleno y feliz que nunca antes, pues ha encontrado una nueva forma de expresión y un nuevo sentido a su vida.
