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Corrado Agusta

Corrado Agusta

Corrado Agusta nació en Italia en 1920 en una familia de empresarios propietarios de la compañía Agusta. Comenzó a trabajar en la empresa familiar durante la década de 1940, pero su carrera se interrumpió cuando fue enlistado en la Segunda Guerra Mundial.

Después de la guerra, Corrado regresó a la empresa familiar y trabajó en la producción de helicópteros, lo que llevó a Agusta a convertirse en uno de los fabricantes de helicópteros más importantes del mundo.

En 1953, Corrado Agusta se trasladó a Brasil para establecer una fábrica de helicópteros en colaboración con la empresa brasileña Helibrás. En la década de 1960, la empresa Agusta también comenzó a trabajar con empresas estadounidenses para producir helicópteros. Esta colaboración llevó a la producción de uno de los helicópteros militares más importantes de los Estados Unidos, el Huey.

La empresa Agusta continuó expandiéndose a lo largo de las décadas de 1970 y 1980, trabajando con empresas de todo el mundo y produciendo helicópteros tanto militares como civiles. Corrado Agusta murió en 2011 a la edad de 91 años.

Relaciones amorosas

Marisa Maresca

Marisa Maresca

Esposa de Corrado Agusta

1950

Corrado y Marisa se conocieron en una cafetería en el centro de Milán. Ambos estaban en la ciudad por trabajo y decidieron tomar un descanso y tomar un café. Se encontraron por casualidad en la fila y comenzaron a hablar. Corrado notó la sonrisa cálida de Marisa y su encantadora personalidad y rápidamente se sintió atraído por ella. Marisa también encontró a Corrado muy simpático y divertido. Compartieron risas, charla y una conexión instantánea. Luego de unos minutos juntos, intercambiaron números de teléfono y decidieron salir juntos esa noche para explorar la ciudad juntos. Desde ese día, nunca se separaron y su relación floreció instantáneamente.

Francesca Vacca Graffagni

Francesca Vacca Graffagni

Esposa de Corrado Agusta

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Corrado-Augusta y Francesca-Vacca-Graffagni se conocieron en una cafetería de Milán. Ambos tomaron un pedido equivocado y terminaron intercambiando sus bebidas. Al darse cuenta del error, empezaron a hablar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Compartieron anécdotas divertidas, gustos similares y descubrieron que ambas amaban la música clásica. Al final, decidieron intercambiar información de contacto y mantenerse en contacto. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y han compartido muchos momentos especiales juntos.