Crispin Conroy es una persona muy reservada, no le gusta hablar de sí mismo y mucho menos revelar sus pensamientos y sentimientos más profundos. Es un hombre dedicado a su profesión y se toma muy en serio sus responsabilidades laborales, lo que le ha llevado a ascender rápidamente en su carrera. Sin embargo, a pesar de su éxito, siente que algo le falta en su vida y ha estado tratando de descubrir qué es exactamente. Suele pasar sus fines de semana solo en su casa, leyendo o viendo películas, aunque de vez en cuando sale con un pequeño grupo de amigos cercanos. Crispin disfruta de la música clásica y toca el piano como un hobby. Tiene una personalidad tranquila y reflexiva, y a menudo se encuentra pensando en la existencia y el propósito de la vida. A pesar de su naturaleza solitaria, Crispin valora profundamente las relaciones significativas y mantiene una buena relación con su familia y amigos más cercanos.
Crispin-Conroy y Manisha-Koirala se conocieron en una fiesta privada de un amigo en común en Nueva York. Crispin-Conroy se encontraba recorriendo la ciudad y asistió a la fiesta por casualidad. Manisha-Koirala, por su parte, estaba de visita en la ciudad para promocionar su última película y su amiga le extendió la invitación.
En la fiesta, Crispin-Conroy y Manisha-Koirala coincidieron en la pista de baile y empezaron a hablar. Descubrieron su afinidad por la cultura y la historia, compartiendo historias y anécdotas de sus respectivos países. La conversación fluyó naturalmente, y su conexión fue instantánea.
A partir de ahí, Crispin-Conroy y Manisha-Koirala continuaron su amistad en la distancia, manteniendo contacto a través de mensajes y llamadas. A medida que se conocían mejor, descubrieron que compartían muchos intereses y valores en común. Finalmente, decidieron que sería una gran idea colaborar juntos en un proyecto cultural que representara su amistad y sus afinidades culturales.