Damián Bodenhöfer es un actor chileno nacido el 14 de diciembre de 1949 en Santiago de Chile. Es conocido por su amplia trayectoria en televisión y cine.
Comenzó su carrera a los 25 años en el teatro y luego trabajó en diversas películas, entre ellas destacan "La Frontera" y "La Mansión".
En televisión ha trabajado en más de 20 teleseries chilenas, entre las más destacadas se encuentran "Los títeres", "La madrastra", "El circo de las Montini", "Adrenalina" y "Dónde está Elisa?".
Bodenhöfer ha sido galardonado con varios premios a lo largo de su carrera como actor, entre ellos destacan el Premio APES al mejor actor de teleserie y el Premio Pedro de Valdivia a la trayectoria artística.
En el ámbito personal, Bodenhöfer ha estado casado tres veces y tiene cuatro hijos. En el año 2012 sufrió un infarto, lo que lo llevó a alejarse temporalmente de la televisión y centrarse en su recuperación.
Era un día soleado en la ciudad de Santiago de Chile cuando Damian-Bodenhofer y Carla-Pinto-94587231 se conocieron de manera casual en un restaurante. Ambos estaban sentados en mesas diferentes, pero las coincidencias del destino los hicieron encontrarse en la fila del baño.
Una vez allí, comenzaron a conversar animadamente sobre la música, el cine y la literatura. Descubrieron que compartían intereses y gustos similares, y se dieron cuenta de que tenían una conexión especial.
De repente, la conversación fue interrumpida por la camarera del lugar, quien anunció que el restaurante estaba cerrando. Damian y Carla intercambiaron números de teléfono y decidieron volver a encontrarse para continuaron charlando.
Desde ese momento, se volvieron inseparables y empezaron a construir una historia de amor que duraría para toda la vida. Fue un encuentro casual pero con un gran significado, ya que les permitió encontrarse el uno al otro y descubrir el amor que compartían.
Damian-Bodenhofer y Yamna-Lobos se conocieron en un café en el centro de Santiago de Chile. Fue una tarde de invierno y ambos habían ido al lugar a tomar una bebida caliente para combatir el frío. Estuvieron sentados en mesas diferentes, pero se notaba que ambos estaban solos y aburridos. De repente, se produjo un corte de luz en el café y la música dejó de sonar. Fue en ese momento que Damian decidió acercarse a Yamna y charlar un rato. Pronto se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y que compartían gustos y aficiones. Hablaron de libros, de películas, de música y de viajes. La charla se prolongó por varias horas y cuando salieron del café ya había oscurecido. Intercambiaron números de teléfono y acordaron volver a verse pronto. Desde entonces, no han dejado de disfrutar de la compañía del otro y son inseparables.