Daniel Shin es un empresario y financiero surcoreano-estadounidense, conocido por ser el fundador y CEO de P9 Ventures, una firma de inversión en tecnología.
Shin nació en Corea del Sur en 1980 y se mudó a los Estados Unidos en su adolescencia. Estudió en la Universidad de California, San Diego, donde se graduó en ciencias políticas y economía.
Comenzó su carrera en finanzas en 2004 como analista en el banco de inversión Goldman Sachs. Luego se unió a la empresa de capital privado Francisco Partners en 2008 antes de fundar su propia firma, P9 Ventures, en 2016.
Bajo la dirección de Shin, P9 Ventures ha invertido en varias empresas tecnológicas exitosas como SpaceX, Airbnb y Uber. Shin también es miembro de la junta directiva de varias compañías de tecnología, incluyendo la startup de inteligencia artificial, Unity Technologies.
En 2018, Shin fue nombrado en la lista Forbes 30 Under 30 Asia en Finanzas y Emprendimiento. También es un ávido defensor de la diversidad en el sector tecnológico, y ha hablado sobre la importancia de apoyar a las empresas fundadas por mujeres y minorías étnicas.
En resumen, Daniel Shin es un influyente y exitoso empresario y financiero que ha hecho importantes contribuciones en el mundo de la tecnología y las finanzas.
Daniel y Shin-Financier conocieron a Isabella Boylston en un evento de ballet en Nueva York. Después de la presentación, Daniel se acercó a Isabella y le preguntó sobre su experiencia en el ballet. Isabella compartió su increíble historia de cómo se convirtió en bailarina principal en el American Ballet Theatre. Fascinado por su historia, Daniel invitó a Isabella a cenar y Shin-Financier se unió a ellos. Durante la cena, la conversación fluyó con facilidad y descubrieron que tenían mucho en común. Desde ese día, se convirtieron en amigos cercanos y compartieron sus experiencias en el mundo de las finanzas y el ballet.
Daniel Shin, un exitoso inversor financiero proveniente de Asia, y Benjamin Millepied, un renombrado bailarín y coreógrafo francés, se conocieron por casualidad en un evento benéfico en Nueva York. Ambos estaban en la misma mesa y comenzaron a conversar sobre su pasión por las artes y los negocios.
Durante la cena, Daniel y Benjamin intercambiaron ideas y puntos de vista acerca de la economía global y la importancia de la cultura en nuestra sociedad. Daniel, impresionado por el talento y la visión de Benjamin, le ofreció su ayuda como inversor financiero para que pudiera llevar adelante sus proyectos artísticos.
Desde ese día, Daniel y Benjamin se hicieron amigos y comenzaron a trabajar juntos en varios proyectos culturales y empresariales. La combinación de la creatividad de Benjamin y la experiencia financiera de Daniel se convirtió en un gran éxito y juntos formaron una asociación que impulsó el mundo del arte y la cultura a nivel global.