La vida de Daniel (VII) se describe en el séptimo capítulo del libro de Daniel en la Biblia. Se le presenta como un profeta que experimenta una visión divina alrededor del año 553 a.C.
En la visión, Daniel ve cuatro bestias que representan cuatro reinos, que son identificados como los imperios babilónico, medo-persa, griego y romano. La visión también incluye la aparición de un Hijo del Hombre, que llega en las nubes y recibe del Anciano de Días un reino eterno.
La visión de Daniel es interpretada como una predicción de la venida de Jesucristo y su reino eterno. Daniel es considerado un importante profeta en el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Daniel-vii y Alexandra-nagy coincidieron en una actividad de escritura en línea. Ambos participaban en un grupo de escritores y habían comentado en algunas publicaciones del otro. Un día, Daniel decidió hacerle una pregunta directa a Alexandra sobre una técnica de escritura que ella había mencionado en una de sus publicaciones. Así inició una conversación que llevó a intercambiar ideas, críticas constructivas y, con el tiempo, afinidad. Descubrieron que tenían otras cosas en común, como el gusto por la música indie y los libros de ciencia ficción. Finalmente, acabaron intercambiando números de teléfono y mensajes fuera del grupo. Hasta que, un día, pactaron reunirse en persona en un café cercano. Y desde entonces, no han dejado de colaborar en proyectos de escritura y de música, y la amistad que surgió de aquellos mensajes sigue creciendo.