Danny Boy se había mudado a la ciudad hace unos años después de pasar su juventud en un pueblo tranquilo. Allí empezó de cero en un trabajo que nada tenía que ver con lo que había estudiado, pero que le permitía vivir cómodamente. Sin embargo, a menudo se cuestionaba si aquello era lo que realmente quería para su vida. Solía escaparse algunos fines de semana para ir de camping o hacer rutas en bicicleta por los alrededores de la ciudad y desconectar del ruido y las aglomeraciones. También había empezado a interesarse por la meditación y el yoga, lo que le había ayudado a encontrar un equilibrio mental y emocional que antes no había tenido. Aunque seguía sintiendo que le faltaba algo y no sabía muy bien qué era, estaba seguro de que estaba en el camino correcto para encontrarlo.