Darren Aronofsky
Darren Aronofsky nació en Brooklyn, Nueva York, en 1969. Estudió cine y antropología en Harvard y luego asistió a la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York. Comenzó su carrera cinematográfica en la década de 1990 haciendo varios cortometrajes, incluyendo "Protozoa". En 1998, hizo su debut cinematográfico con "Pi", una película de bajo presupuesto y alta tensión sobre un matemático obsesionado con descubrir los patrones en el caos del universo. Esto lo llevó a ganar el premio al Mejor Director en el Festival de Cine de Sundance. Aronofsky ganó mayor reconocimiento con "Requiem for a Dream" en 2000, una película sobre cuatro drogadictos en Nueva York cuyas vidas se ven afectadas por las drogas. Esta película recibió críticas positivas y ganó varios premios, incluyendo el premio a Mejor Director del Independent Spirit Award. En 2006, Aronofsky dirigió "The Fountain", una película que cuenta tres historias sobre la inmortalidad, la creación y la mortalidad. A pesar de recibir críticas mixtas, la película es considerada uno de los proyectos más ambiciosos de Aronofsky. En 2008, Aronofsky dirigió "The Wrestler", una película sobre un luchador retirado que intenta volver al ring. La película recibió críticas abrumadoramente positivas y le valió al actor principal, Mickey Rourke, una nominación al Oscar. En 2010, Aronofsky dirigió "Black Swan", un thriller psicológico centrado en una bailarina de ballet que lucha por el papel principal en una producción de "El Lago de los Cisnes". La película recibió críticas positivas y ganó varios premios, incluyendo el Oscar a Mejor Actriz para Natalie Portman. En 2014, dirigió "Noé", una versión épica de la historia bíblica de Noé y el arca. La película recibió críticas mixtas, pero fue un éxito comercial. En 2017, dirigió "Madre!", una película de terror psicológico protagonizada por Jennifer Lawrence y Javier Bardem. La película recibió críticas polarizadas, pero generó controversia por su mensaje político. En sus películas, Aronofsky a menudo explora temas como la obsesión, la adicción y la muerte, y utiliza técnicas visuales distintivas para crear mundos intensos y aportar nuevas perspectivas a historias ya conocidas.
