David Swift fue un escritor y director de cine estadounidense nacido en 1919 y fallecido en 2001. Nacido en Minnesota, Swift trabajó en Hollywood durante casi cuatro décadas. Comenzó su carrera como guionista, escribiendo para programas de televisión como "The Jack Benny Program" y "The Dinah Shore Chevy Show".
En 1961, Swift dirigió su primer largometraje, "The Parent Trap", una comedia familiar que se convirtió en un éxito y que protagonizó la joven actriz Hayley Mills. Swift también dirigió otras películas de éxito como "A Ticklish Affair" y "Pollyanna".
Además de su trabajo en cine y televisión, Swift también escribió varios libros, incluyendo una autobiografía titulada "Hollywood Enigma: Dana Andrews". A lo largo de su carrera, Swift recibió numerosas nominaciones y premios, incluyendo un Globo de Oro por su trabajo en "The Parent Trap".
Swift murió en 2001 a los 82 años de edad en su casa de California. Su legado en la industria del entretenimiento sigue siendo notable, especialmente por sus contribuciones a la comedia familiar y su trabajo con actores jóvenes como Hayley Mills.
David Swift y Maggie McNamara tuvieron una relación sentimental cuando trabajaron juntos en la película "The 7 Year Itch" en 1955. Swift era el guionista y director de la película, mientras que McNamara era la actriz principal.
La relación entre ambos fue corta y tumultuosa, y terminó abruptamente después del estreno de la película. McNamara se mudó a Europa y se retiró de la actuación después de su breve carrera en Hollywood, mientras que Swift continuó trabajando como guionista y director durante varias décadas.
Aunque su relación no duró mucho tiempo, David Swift y Maggie McNamara dejaron una huella en la historia del cine gracias a su colaboración en "The 7 Year Itch", una de las comedias más icónicas de la década de 1950.
David y Micheline se encontraron casualmente en una librería. Ambos estaban mirando libros de ciencia ficción y de repente tocaron el mismo libro al mismo tiempo. David, gentilmente, le cedió el libro a Micheline y ella, agradecida, aceptó. Durante unos minutos, compartieron sus intereses por la ciencia ficción y hablaron acerca de los autores que les gustaban. Al final, intercambiaron números telefónicos y rápidamente se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Desde ese momento, comenzaron una hermosa relación que perdura hasta el día de hoy.