David Wheeler es un hombre apasionado por su trabajo en el sector tecnológico, específicamente en el desarrollo de software para la industria del entretenimiento. Desde joven se sintió atraído por los juegos de computadora y más tarde comenzó a estudiar ingeniería en sistemas en una universidad de prestigio. Con el tiempo, se especializó en la creación de software para videojuegos y logró trabajar en una de las empresas más grandes del sector.
A pesar de su éxito en el mundo laboral, David es un hombre amante de la naturaleza y el deporte. Le gusta salir a correr por las mañanas y los fines de semana se junta con amigos para hacer caminatas en la montaña. Además, es un apasionado por la fotografía y ha publicado algunas de sus obras en su página personal.
En su vida personal, David es un hombre bastante reservado, pero a la vez muy comprometido con su familia y amigos cercanos. Suele organizar reuniones familiares en su casa e invitar a sus seres queridos a disfrutar de una comida o una tarde de películas. En general, es una persona motivada por sus objetivos y pasiones, y eso se refleja en su vida diaria.
David Wheeler y Ploypailin Jensen se conocieron en una conferencia de tecnología en Bangkok, Tailandia. David estaba dando una charla sobre la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, mientras que Ploypailin estaba en la audiencia tomando notas. Después de la charla, Ploypailin se acercó a David y le hizo algunas preguntas más sobre el tema. Los dos empezaron a hablar y se dieron cuenta de que compartían muchos intereses y valores en común. Intercambiaron información de contacto y pronto comenzaron a trabajar juntos en diversos proyectos de inteligencia artificial. Finalmente, se enamoraron y hoy en día son una pareja feliz y exitosa tanto en el amor como en los negocios.
David-Wheeler y Nina-Wayne se conocieron en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común. David estaba sentado en un sofá con una copa en la mano, observando el ambiente, cuando Nina entró por la puerta y llamó su atención de inmediato. Ella tenía un vestido rojo ajustado que resaltaba su figura curvilínea y un enorme sombrero negro que le daba un aire misterioso. David no pudo evitar acercarse y preguntarle sobre el sombrero, lo cual generó una conversación fluida y divertida. Descubrieron que compartían intereses en común, como la música y los libros, y pasaron gran parte de la noche hablando y riendo juntos. Al final de la fiesta, David le pidió el número de teléfono a Nina y ella aceptó con una sonrisa. Desde entonces, se han mantenido en contacto y han construido una relación sólida que ha resistido los desafíos del tiempo y la distancia.