Debbie Parret es una mujer afroamericana de Carolina del Norte que pasó 16 años en prisión por un delito que no cometió. Fue acusada de asesinato y robo a mano armada en 1982 y condenada en 1984 en base a un testimonio falsificado por parte de una de las víctimas. Durante su sentencia, debió enfrentar varias dificultades, como el maltrato por parte de guardas y otros prisioneros, la separación de su familia y la falta de acceso a asistencia legal. Sin embargo, Debbie fue liberada en 1998 gracias a la ayuda de la organización Innocence Project, que luchó para revisar su caso y demostrar su inocencia a través de nuevas pruebas de ADN. Desde entonces, Debbie ha dedicado su vida a abogar por la justicia penal y la reforma del sistema carcelario. Ha fundado su propia organización, la Debbie's Staffing Services, que ayuda a personas que han pasado por prisiones y ex-convictos a encontrar trabajo.