Debbie the Pet Lady fue una mujer que dedicó gran parte de su vida a ayudar a los animales. Desde joven, mostró una gran pasión por los animales y comenzó a rescatar y cuidar de ellos en su hogar en Long Island, Nueva York.
Pronto se hizo conocida en toda la comunidad por su dedicación y amor por los animales, y fundó una organización sin fines de lucro llamada "Debbie's Fund for Animals" para recaudar fondos y ayudar a cubrir los gastos de atención médica y alimentación de los animales rescatados.
Además, Debbie se hizo famosa en los años 90 gracias a sus apariciones en programas de televisión, donde compartía su amor por los animales y promovía la adopción de mascotas.
A lo largo de los años, ayudó a salvar y encontrar hogares para miles de animales, incluyendo perros, gatos y hasta caballos. Desafortunadamente, Debbie falleció en 2018, pero su legado sigue vivo en la comunidad de amantes de los animales que ella ayudó a construir.
Ass-napkin-ed y Debbie-the-pet-lady se conocieron en un parque para perros cerca de la playa. Debbie estaba paseando a sus cinco perros adoptados cuando de repente uno de ellos comenzó a ladrar a Ass-napkin-ed, quien estaba sentado en un banco cercano escribiendo en su bloc de notas. Debbie intentó calmar a su perro, pero éste se soltó y comenzó a correr hacia Ass-napkin-ed.
En ese momento, Ass-napkin-ed se levantó de su asiento con una sonrisa en su rostro y comenzó a hablar con el perro de Debbie. Descubrió que el perro se llamaba Max y que a menudo se emocionaba demasiado al conocer a nuevas personas.
Debbie se acercó para disculparse por la conducta de su perro y comenzaron a hablar sobre su amor por los animales. Descubrieron que ambos eran voluntarios en el mismo refugio de animales y que compartir esa pasión por los animales era una base sólida para una amistad.
Desde entonces, Debbie y Ass-napkin-ed se han convertido en buenos amigos, a veces deciden ir al parque juntos con todos sus perros para pasar el tiempo y hablar de sus proyectos de voluntariado. Max, el perro travieso de Debbie, ha aprendido a no ladrar a Ass-napkin-ed y ahora se llevan genial.