Diego Cunha es un atleta brasileño nacido en São Paulo el 3 de mayo de 1992. Desde joven se interesó por los deportes de acción y comenzó a practicar skate y snowboard. Con el tiempo, se especializó en la modalidad de Street Skateboarding.
A lo largo de su carrera deportiva, Diego ha ganado varios títulos y reconocimientos. En 2014 y 2016 ganó el Campeonato Brasileño de Skateboarding, y en 2018 fue seleccionado para representar a Brasil en los Juegos Olímpicos de la Juventud.
En 2019, Diego obtuvo su mayor logro hasta el momento: quedó en el segundo lugar en el Campeonato Mundial de Skateboarding en la categoría Street. Este resultado lo llevó a ser considerado uno de los mejores skaters de su país y uno de los más destacados a nivel internacional.
Además de su carrera deportiva, Diego es reconocido por su trabajo social y por la promoción del skate como una herramienta para mejorar la calidad de vida de niños y jóvenes en Brasil. Es embajador de Skateistan, una organización que utiliza el skateboarding para fomentar la educación y el trabajo social en comunidades de bajos recursos en diferentes partes del mundo.
En resumen, Diego Cunha es un atleta brasileño destacado en el Skateboarding que ha obtenido varios títulos y reconocimientos a nivel nacional e internacional, y que también se dedica a promover el skate como herramienta de cambio social a través de su trabajo con la organización Skateistan.
Diego-Cunha y Sarah-Connor se conocieron en un laboratorio de alta tecnología donde trabajaban ambos como científicos expertos en inteligencia artificial. Diego-Cunha estaba trabajando en un nuevo proyecto de robots, mientras que Sarah-Connor estaba desarrollando un programa de defensa cibernética avanzada para la empresa.
Un día, mientras trabajaban en el mismo laboratorio, se encontraron con un problema técnico muy complicado que amenazaba con desbaratar su trabajo. Se dieron cuenta de que podían ayudarse mutuamente y comenzaron a discutir posibles soluciones.
A medida que trabajaban juntos, se dieron cuenta de que compartían una gran pasión por la tecnología y la innovación, y comenzaron a colaborar en sus respectivos proyectos. Con el tiempo, su trabajo conjunto dio lugar a una fuerte amistad y un gran respeto mutuo.
Finalmente, después de trabajar juntos por varios años, Diego-Cunha y Sarah-Connor se dieron cuenta de que había algo más entre ellos que una simple amistad. Decidieron dar el paso y comenzaron una relación romántica, lo que llevó a una asociación duradera y exitosa tanto en el ámbito personal como profesional.