Don Mitchell es un hombre enigmático y reservado. Aunque la gente que lo conoce bien lo describe como una persona amable y trabajadora, él siempre mantiene cierta distancia, como si guardara un secreto. Su oficina está llena de libros de filosofía y teología, y sus colegas lo consideran un intelectual. Pero también tiene su lado aventurero: ha viajado por todo el mundo e incluso ha escalado algunas de las montañas más altas del continente. Cuando no está trabajando o planeando su próxima expedición, Don disfruta pasar tiempo en la naturaleza, caminando por el bosque o navegando en su pequeño velero. Aunque nunca ha sido muy abierto acerca de su vida personal, se sabe que está casado y tiene dos hijos. Pero para muchos, lo más llamativo de Don es su actitud zen, siempre equilibrada y reflexiva, algo que inspira admiración y calma en quienes lo rodean.
Don Mitchell y Judy Pace eran compañeros de reparto en la popular serie de televisión estadounidense "Ironside" de los años 60 y 70. Mitchell interpretó el papel del sargento Mark Sanger, el ayudante del personaje principal, el detective Robert Ironside, mientras que Pace interpretó el papel de la secretaria de Ironside, Barbara "Bab" Brown.
Durante su tiempo en "Ironside", Mitchell y Pace forjaron una estrecha amistad profesional, trabajando juntos y ayudándose mutuamente durante las grabaciones de la serie. Su relación en pantalla era de respeto y lealtad, lo que se traducía en una química palpable entre sus personajes.
Después de la cancelación de "Ironside" en 1975, Mitchell y Pace continuaron trabajando en la industria del entretenimiento. Mitchell apareció en varias películas y series de televisión, mientras que Pace pasó a ser una actriz muy buscada, apareciendo en numerosas películas, programas de televisión y comerciales.
Aunque no se sabe mucho sobre su relación fuera de la pantalla, se dice que Mitchell y Pace mantenían una relación cordial y amistosa en su vida real, incluso después de que "Ironside" terminara. La conexión que construyeron en la serie fue lo suficientemente fuerte como para durar toda una vida, dejando una marca en la historia de la televisión estadounidense.
Un día Emilie estaba caminando por un parque y se tropezó con una piedra, cayendo al suelo. Don, que estaba haciendo jogging cerca, la ayudó a levantarse y se aseguró de que no se hubiera lastimado. Emilie se sintió agradecida y le ofreció comprarle un café como agradecimiento. Durante su café, descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la música y la naturaleza. Desde entonces, comenzaron a salir y se convirtieron en una pareja inseparable.