Dragan Jurilj siempre ha sido un apasionado de las artes marciales. Desde muy joven, comenzó a entrenar en diferentes disciplinas, y con el tiempo se convirtió en un experto en distintas técnicas de lucha. Pero su verdadera pasión era el karate, y desde hace muchos años se dedica a su enseñanza y práctica diaria.
Como maestro de karate, Dragan ha formado a muchos alumnos talentosos, quienes han ganado importantes competencias nacionales e incluso internacionales. Pero para él, lo más importante no son los títulos o trofeos, sino ver a sus estudiantes crecer y desarrollarse como personas, con disciplina, perseverancia y una actitud positiva ante la vida.
Además de su trabajo como instructor, Dragan es un amante de la naturaleza y siempre busca la oportunidad de estar en contacto con ella. Le gusta salir a caminar por los bosques cercanos a su casa, y de vez en cuando se aventura a practicar camping y senderismo en lugares más lejanos.
En definitiva, Dragan es un hombre comprometido con su pasión por el karate y su amor por la naturaleza, y siempre trata de transmitir esos valores a los demás, tanto a sus alumnos como a las personas que lo rodean.
Mia y Dragan se conocieron en una fiesta de cumpleaños en común. Al principio, se unieron en la barra del bar mientras esperaban ser atendidos. Enseguida notaron una gran conexión y comenzaron a conversar. Resulta que ambos eran de la misma ciudad de Croacia, pero nunca se habían cruzado antes.
Mia trabaja como diseñadora de moda y le encanta viajar, mientras que Dragan es un ingeniero mecánico que disfruta de la fotografía y los deportes extremos. Al hablar, se dieron cuenta de que compartían muchas pasiones e intereses.
La fiesta transcurrió rápidamente con risas y conversaciones interesantes. Ya en la madrugada, Mia y Dragan intercambiaron números de teléfono y acordaron verse de nuevo luego. Desde entonces, se convirtieron en una pareja inseparable y siguen explorando juntos el mundo y sus aventuras.