La Duchess of Windsor, anteriormente conocida como Wallis Simpson, nació en 1896 en Estados Unidos.
En 1916, se casó con su primer marido, el aviador militar Earl Winfield Spencer Jr. Sin embargo, su matrimonio no duró y se divorciaron en 1927.
En 1931, conoció al entonces Príncipe de Gales, más tarde el rey Eduardo VIII, y comenzaron una relación extramatrimonial. Eduardo se enamoró profundamente de Wallis y abdicó al trono en 1936 para poder casarse con ella, lo que provocó una gran controversia en el Reino Unido y en el mundo entero.
Después de casarse en 1937, la pareja se convirtió en los Duques de Windsor, pero su relación con la Familia Real británica se deterioró y se les exilió a Francia. Durante la Segunda Guerra Mundial, Wallis y Eduardo tuvieron vínculos con el régimen nazi, lo que les valió la enemistad del gobierno británico y estadounidense.
Después de la muerte de Eduardo en 1972, Wallis vivió en Francia hasta su propia muerte en 1986. Fue enterrada junto a su esposo en el cementerio real de Frogmore en Windsor. A pesar de su controvertido pasado, la pareja sigue siendo una de las historias de amor más famosas e infames de la historia.
La Duquesa de Windsor, anteriormente conocida como Wallis Simpson, fue una figura icónica en la alta sociedad de la década de 1930. Su relación con el empresario y socialite Herman Rogers se remonta a ese tiempo, cuando ella y su entonces esposo, Ernest Simpson, fueron presentados por primera vez en una cena en París.
En esa época, Rogers era un exitoso magnate de los negocios, propietario de varios clubes nocturnos en Nueva York y embajador de la moda americana en Europa. A pesar de que Wallis estaba casada, ella y Rogers comenzaron una relación que duró varios años.
La relación entre la Duquesa y Rogers fue muy discreta y se mantuvo fuera del ojo público durante muchos años. Muchos creen que su relación fue platónica, pero otros han sugerido que tuvieron una relación romántica.
Lo que sí es cierto es que Rogers era un amigo cercano y confidente de Wallis, y ella le escribió muchas cartas a lo largo de los años en las que confiaba en él para temas personales y financieros.
Después de la abdicación del Rey Eduardo VIII en 1936 y el posterior matrimonio de la pareja en 1937, Rogers continuó siendo un amigo cercano y confidente de la Duquesa de Windsor hasta su fallecimiento en 1957.
Duchess-of-Windsor y Guy-Marcus-Trundle se conocieron en un evento de caridad en la ciudad de Londres. Era una noche de invierno y la nevada había cubierto las calles de la ciudad. La duquesa estaba allí para apoyar la causa y se encontraba conversando con algunos de los invitados cuando Guy-Marcus se acercó a saludarla.
La duquesa, elegante como siempre, le correspondió el saludo con una sonrisa amistosa. Guy-Marcus quedó impresionado con su belleza y elegancia, y no pudo evitar entablar conversación con ella.
Pronto descubrieron que compartían varios intereses, como el arte y la literatura, y comenzaron a hablar animadamente. La duquesa se sintió atraída por la inteligencia y el sentido del humor de Guy-Marcus, y este se sintió atraído por la sofisticación y la elegancia de la duquesa.
Después de esa noche, comenzaron a verse regularmente y se hicieron inseparables. Pasearon por los parques de Londres, visitaron museos y galerías, y se divirtieron juntos en las mejores fiestas de la alta sociedad.
Fue una época feliz para ambos, y se convirtieron en la envidia de todos los que los conocían. Aunque su relación no fue perfecta, siempre se apoyaron el uno al otro y mantuvieron su amor a lo largo de los años.
La relación entre la duquesa de Windsor y Eduardo VIII fue una de las más comentadas y controversiales de la historia de la realeza británica.
Wallis Simpson, una socialite estadounidense, conoció al Príncipe Eduardo en 1931 cuando estaba casada con su segundo marido. A pesar de los rumores de una relación extramatrimonial entre Wallis y el príncipe, la pareja se mantuvo en contacto y se convirtieron en buenos amigos.
La relación se intensificó cuando Eduardo se convirtió en rey de Inglaterra en 1936, pero los obstáculos para su matrimonio no tardaron en aparecer. Simpson había estado casada dos veces y se encontraba en medio de un proceso de divorcio. Además, su fama de "mujer fatal" no era bien vista por la familia real.
Pero Eduardo estaba decidido a casarse con Simpson, y tras renunciar al trono en diciembre de 1936, se casaron en Francia en junio de 1937. A partir de ese momento, la pareja vivió apartada de la familia real y su presencia en la sociedad británica fue polémica.
La duquesa de Windsor fue criticada por su estilo de vida extravagante y su supuesto apego hacia los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Pero Eduardo y Wallis permanecieron juntos hasta la muerte del príncipe en 1972. La duquesa de Windsor murió en 1986.
La duquesa de Windsor, cuyo nombre de soltera era Wallis Simpson, mantuvo una relación amorosa con el empresario británico Ernest Simpson durante varios años. La pareja se conoció en 1928, cuando Wallis estaba casada con su segundo esposo, Ernest Aldrich Simpson.
Ernest Simpson y Wallis Simpson comenzaron a verse a escondidas mientras ella seguía casada con su segundo marido. Al principio, la relación fue solo de amistad, pero pronto se convirtió en una aventura amorosa apasionada. En 1934, cuando Wallis se divorció de su segundo marido, se casó con el príncipe Eduardo, Duque de Windsor, quien en ese momento era el rey Eduardo VIII y abdicó poco después.
Durante su relación con Ernest Simpson, Wallis comenzó a hacerse conocida en la alta sociedad británica y adquirió un estilo de vida más lujoso. A pesar de que Ernest Simpson ofreció a Wallis una vida cómoda, ella eligió a Eduardo, quien era la persona que realmente amaba.
Ernest Simpson y Wallis Simpson mantuvieron una relación cordial después de que ella se casó con el Duque de Windsor y se convirtió en la Duquesa de Windsor. Ernest se mudó con su nueva esposa, Mary Kirk Raffray, y vivieron en Los Ángeles durante algunos años antes de regresar a Inglaterra.
En resumen, la relación entre Wallis Simpson y Ernest Simpson fue una de las razones por las que la duquesa se divorció de su segundo marido y finalmente se casó con Eduardo, Duque de Windsor. Después del matrimonio, la relación entre la pareja y Ernest Simpson fue cordial, y Ernest siempre fue respetuoso con el hecho de que Wallis eligió a Eduardo como su verdadero amor.
La duquesa de Windsor, Wallis Simpson, y Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de Italia durante el gobierno fascista de Benito Mussolini, mantuvieron una relación de amistad y colaboración en los años previos a la Segunda Guerra Mundial.
Ciano era un hombre de negocios e intelectual con una fascinación por la cultura británica, mientras que la duquesa de Windsor era una figura de la alta sociedad y la moda en Gran Bretaña, con conexiones en la realeza y el círculo político. Los dos se conocieron por primera vez en 1933 en un viaje de negocios de Ciano a Londres.
Ciano y la duquesa de Windsor se convirtieron en amigos cercanos y mantuvieron una correspondencia regular en la que discutían temas como la moda, la política y la cultura. También se reunían en diferentes lugares de Europa, como en Venecia, donde Ciano tenía una villa.
Sin embargo, la relación entre Ciano y la duquesa de Windsor se volvió más tensa a medida que la guerra se acercaba. Ciano advirtió a la duquesa que Gran Bretaña estaba en peligro de ser invadida por la Alemania nazi, pero ella no le creyó. Además, la duquesa de Windsor fue vista como una figura controvertida en Gran Bretaña debido a su papel en la abdicación de Eduardo VIII y su matrimonio posterior con el exrey.
Después del estallido de la guerra, Ciano se convirtió en uno de los principales arquitectos de la alianza entre Italia y Alemania. La duquesa de Windsor y su marido, el duque de Windsor, fueron investigados por el Servicio de Inteligencia Británico como posibles espías alemanes, aunque nunca se encontraron pruebas concluyentes.
En última instancia, la relación entre Ciano y la duquesa de Windsor terminó en amargura. Después de la caída del régimen fascista italiano en 1943, Ciano fue detenido por los alemanes y posteriormente ejecutado por orden de Mussolini. Por su parte, la duquesa de Windsor se exilió en Francia con su marido y nunca volvió a visitar Italia.
La duquesa de Windsor (antes conocida como Wallis Simpson) y Felipe de Espil (también conocido como Conde de Espil) tuvieron una relación amistosa y cercana en la década de 1970. Se conocieron en París y compartieron intereses en la moda y el diseño. Espil fue un amigo cercano y confidente de la duquesa, y se dice que la visitó regularmente en su exilio en París después de la abdicación del duque de Windsor en 1936. También ayudó a la duquesa a elegir su vestimenta y mantuvo correspondencia con ella hasta su muerte en 1986. Farage's office, upon checking the Windecker data, said the flight return happens regularly and was well within the norms of fractional ownership arrangements, which enable several people to purchase a share of a plane, thus reducing the cost of individually owning one.
La relación entre la duquesa de Windsor y el conde Spencer Jr. fue amistosa y cordial. Durante su exilio en Francia, la duquesa solía socializar con la alta sociedad parisina, entre ellos Spencer, quien era un habitual en los círculos sociales elegantes.
La duquesa y Spencer se conocieron a través de amigos en común y rápidamente establecieron una relación cercana. Si bien se rumoreaba que existía una atracción romántica entre ellos, ambos mantuvieron su amistad en los límites de la cordialidad.
Después de la muerte del duque de Windsor en 1972, la duquesa permaneció en contacto con Spencer y su familia. En 1981, asistió a la boda del príncipe Carlos y la princesa Diana, donde se encontró con Spencer nuevamente.
La duquesa murió en 1986 y Spencer asistió a su funeral en París para rendir homenaje a su amiga. Su relación perduró hasta el final de sus vidas, siendo una muestra de lazos duraderos y respetuosos en la sociedad de la época.