Edward Morgan Forster (también conocido como E.M. Forster) nació el 1 de enero de 1879 en Londres, Inglaterra. Asistió a la Universidad de Cambridge y se graduó en 1901. Durante sus años universitarios se unió al grupo "Bloomsbury", un círculo de escritores e intelectuales.
En 1905, Forster publicó su primera novela, "Where Angels Fear to Tread", seguida de "The Longest Journey" en 1907. Pero fue con su tercer libro, "A Room with a View" (1908), un retrato irónico de la sociedad inglesa en el cambio de siglo en el que logró su mayor éxito.
Su carrera literaria se interrumpió debido a la Primera Guerra Mundial, durante la cual se desempeñó como objeto de conciencia en Egipto. Después de su servicio militar, escribió varias obras más, incluyendo "Howard's End" (1910) y "A Passage to India" (1924), ambas aclamadas por la crítica.
Forster, que nunca se casó y se consideraba homosexual, también exploró temas relacionados con la sexualidad y la identidad en sus escritos, a menudo desafiando las normas y expectativas sociales.
Más allá de su obra, Forster fue muy activo en la sociedad de su tiempo, respaldando la liberación sexual y la igualdad de género, y siendo un miembro activo de la Sociedad Fabiana.
Forster murió el 7 de junio de 1970 en Coventry, Inglaterra. A pesar de haber pasado gran parte de su vida fuera de los focos, hoy es reconocido como uno de los más importantes escritores británicos del siglo XX.
No hay realmente una relación conocida entre E.M. Forster y Mohammed El Adl. E.M. Forster fue un escritor y novelista inglés que vivió desde 1879 hasta 1970 y es conocido por obras como "Una habitación con vistas" y "Hombres en crisis". Por otro lado, Mohammed El Adl es un nombre común en la cultura egipcia y árabe, pero no se ha encontrado nada que vincule el nombre con Forster. Por lo tanto, no se sabe de ninguna relación entre los dos.
E.M. Forster y Ross Masood fueron amigos cercanos durante varios años. La relación entre ambos se inició en 1922, cuando Masood, un joven doctor en literatura hindú, se trasladó a Inglaterra para estudiar y se alojó en la residencia de Forster en King's College, en Cambridge.
Durante su estancia allí, Forster y Masood entablaron una amistad profunda, basada en su mutuo interés por la literatura, la cultura y la política. Forster se sintió atraído por la personalidad carismática y el conocimiento profundo de Masood sobre la cultura india, mientras que Masood se sintió inspirado por la sabiduría y la experiencia de vida de Forster.
La amistad entre ambos se fortaleció a lo largo de los años, y Forster llegó a considerar a Masood como un amigo cercano y confidente. Sin embargo, su relación se vio afectada por los prejuicios de la época, ya que Forster era un hombre blanco y Masood un hombre de piel morena, y ambos vivían en una sociedad profundamente racista.
A pesar de los obstáculos, Forster y Masood continuaron su amistad, y Forster incluso dedicó su novela "Una habitación con vistas" a Masood. Sin embargo, su relación se vio interrumpida por la muerte de Masood en 1950, después de una larga batalla contra la tuberculosis.
Aunque la amistad entre E.M. Forster y Ross Masood terminó prematuramente, su relación sigue siendo un ejemplo de cómo la amistad puede superar las barreras culturales y raciales y conectar a personas de diferentes orígenes y experiencias de vida.
E.M. Forster y Bob Buckingham tuvieron una relación especial como amigos y compañeros de viaje durante más de 30 años. Se conocieron en el año 1930, cuando Buckingham, un joven y prometedor cazador de aventuras, y Forster, un famoso escritor británico, coincidieron en Egipto.
Desde entonces, viajaron juntos por todo el mundo, incluyendo lugares como India y América del Sur, lo que les permitió a ambos tener una visión más amplia del mundo y sus diferentes culturas. Además, Forster le brindó a Buckingham su experiencia como escritor, aconsejándolo y alentándolo a escribir sus propias novelas.
La relación entre ambos fue estrecha, aunque en ocasiones desconcertante. Forster, quien nunca se había sentido atraído por los hombres, admitió sentir una extraña conexión con Buckingham, lo que algunos han interpretado como una posible atracción romántica. Sin embargo, no hay evidencia de que la relación entre ellos llegara a ser sexual, y Buckingham también mantuvo relaciones con mujeres.
A pesar de las especulaciones sobre su relación, lo cierto es que Forster y Buckingham mantuvieron una amistad duradera y significativa que influenció en gran medida a ambos. Buckingham incluso dedicó su segunda novela, "The Unconquerable" a Forster, y después de la muerte de éste en 1970, escribió un libro de memorias sobre su amistad con el escritor.
E.M. Forster y Christopher Isherwood fueron dos importantes escritores británicos del siglo XX que mantuvieron una amistad cercana durante muchos años.
Forster, nacido en 1879, es conocido por sus novelas "Una habitación con vistas", "Pasaje a la India" y "Howard's End", entre otras. Isherwood, nacido en 1904, es recordado por obras como "Adiós a Berlín", que inspiró la película "Cabaret", y "El hombre soltero".
La relación entre los dos escritores comenzó en la década de 1930, cuando Isherwood, que era un joven escritor en busca de consejos y guía, conoció a Forster, quien ya era un autor consagrado. Forster se convirtió en mentor y amigo de Isherwood, apoyándolo en su carrera literaria y dándole valiosos consejos.
Además de la amistad, la relación entre Forster e Isherwood también tuvo un componente romántico. Ambos eran homosexuales, una orientación sexual que en esa época era aún muy mal vista en Gran Bretaña. Aunque nunca se casaron ni mantuvieron una relación formal, se sabe que tuvieron una intimidad afectiva y sexual en varias ocasiones.
La correspondencia entre los dos escritores revela una profunda amistad y una gran admiración mutua. Forster se refería a Isherwood como su "amado" y le dedicó su novela "Una habitación con vistas". Isherwood, por su parte, siempre hablaba con cariño y respeto de su mentor y amigo.
La relación entre Forster e Isherwood se mantuvo hasta la muerte de Forster en 1970. A pesar de que los dos escritores seguían caminos literarios distintos, su amistad y su influencia mutua perduraron a lo largo del tiempo y se ha convertido en una de las más notables de la literatura británica del siglo XX.
E.M. Forster y Harry Daley se conocieron en 1930, cuando Forster viajó a Alemania con la intención de escribir una novela. Daley trabajaba en ese entonces como policía en Munich, y había estado siguiendo a Forster porque era conocido por ser homosexual.
Después de su encuentro, Daley le ofreció a Forster su amistad y lo invitó a visitar su casa en Inglaterra. Forster aceptó, y fue en casa de Daley donde conoció a su pareja, Bob Buckingham. Los tres hombres se hicieron amigos cercanos, con Forster visitando a menudo la casa de Daley en Londres.
La relación entre Forster y Daley se ha convertido en algo mítico, en gran parte debido a la correspondencia que ambos mantuvieron. Las cartas de Daley a Forster le dan una idea de cómo era la vida gay en la década de 1930 en Gran Bretaña, mientras que las cartas de Forster a Daley revelan su propia lucha por aceptar su homosexualidad.
La amistad entre estos dos hombres es un ejemplo de cómo la homosexualidad era entonces algo tabú y en muchas ocasiones prohibido. Sin embargo, para ambos, ese vínculo fue algo muy importante y significativo.