Eddie Nash, cuyo nombre real era Adel Gharib Nasrallah, nació en 1929 en Palestina. En 1948 emigró a Estados Unidos donde comenzó a trabajar como portero y conserje en una discoteca en Hollywood. Con el tiempo, se convirtió en el dueño de varios locales nocturnos y salas de juego en Los Ángeles.
En la década de 1970, Nash se convirtió en un importante narcotraficante de la ciudad y tuvo conexiones con la mafia. Fue arrestado varias veces por cargos relacionados con drogas, pero siempre logró salir libre.
En 1981, Nash fue acusado del asesinato de cuatro personas en la famosa discoteca The Wonderland en Los Ángeles. Sin embargo, fue absuelto de los cargos debido a la falta de pruebas concretas.
Después del juicio, Nash continuó su vida como empresario y falleció en 2014 a los 85 años. Aunque siempre se sospechó de su participación en el asesinato de The Wonderland, nunca se le pudo condenar por ese crimen.
Eddie Nash y Dawn Schiller tuvieron una relación complicada y abusiva en la década de 1970. Nash era un empresario de clubes nocturnos en Los Ángeles, mientras que Schiller era una adolescente que escapó de su hogar disfuncional y se involucró en el mundo de las drogas y el crimen.
Schiller conoció a Nash en uno de sus clubes nocturnos y comenzó a trabajar para él como una de sus chicas. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que Nash estaba usando su posición de poder para explotarla y abusar de ella física y emocionalmente.
Schiller finalmente escapó de Nash después de que él la amenazó de muerte, y se convirtió en testigo crucial en el juicio de Nash y otros asociados por el notorio asesinato de cuatro personas en la mansión Wonderland en 1981.
Aunque Nash fue absuelto del cargo de asesinato, fue condenado por cargos de extorsión relacionados con la industria de la pornografía, y pasó varios años en prisión antes de ser puesto en libertad condicional en la década de 1990. Schiller ha hablado públicamente sobre su relación con Nash y su experiencia como una víctima de abuso.
Eddie Nash y Maureen Bautista tuvieron una relación conflictiva y violenta. Nash, un conocido traficante de drogas y propietario de discotecas, había contratado a Bautista como bailarina exótica en una de sus discotecas en Los Ángeles.
La relación entre Nash y Bautista se volvió abusiva, y Nash llegó a golpearla en varias ocasiones. En una ocasión, Bautista contactó a la policía y presentó cargos contra Nash después de que la golpeara y la amenazara con un arma de fuego.
Sin embargo, la relación se tensó aún más cuando Bautista se unió a un grupo de ladrones que planeaban robar la casa de Nash en Los Ángeles. En 1981, el robo se llevó a cabo y terminó en un tiroteo en el que murieron cuatro personas, incluido el sobrino de Nash.
Bautista fue arrestada y acusada por su participación en el asalto, pero fue absuelta después de que se revelara que el detective encargado del caso había recibido sobornos de Nash.
La relación violenta entre Eddie Nash y Maureen Bautista es uno de los muchos eventos infames en la historia de la escena de drogas y delincuencia de Los Ángeles en los años 70 y 80.