Edith de Wessex fue una princesa anglosajona que nació en el año 1025. Era hija del rey Eduardo el Confesor de Inglaterra y de su esposa Edith de Mercia. Edith se casó con el conde Godwin de Wessex, y juntos tuvieron varios hijos, incluyendo a Haroldo, que luego se convirtió en el rey de Inglaterra. Después de la muerte de su esposo, Edith vivió en varios monasterios, dedicando su vida a la religión y a la caridad. Fue una benefactora generosa de la iglesia y ayudó a fundar varios monasterios y conventos. También se cree que tuvo una gran influencia en la política de la época, especialmente en la elección de su hijo como rey. Edith murió en 1075 y fue canonizada por la Iglesia Católica en el siglo XII. Es recordada como una mujer piadosa y caritativa, así como una figura importante en la historia de Inglaterra.