Edvin Vander Sar, reconocido ex futbolista holandés, ahora se desempeña como director ejecutivo de un equipo de fútbol en su país natal. A pesar de retirarse del fútbol años atrás, continúa involucrado en el deporte que le dio tantas alegrías. En sus tiempos libres, disfruta de la música clásica y además se dedica a la restauración de relojes antiguos, lo cual lo ha llevado a adquirir conocimientos en la materia. También es un apasionado de la literatura y ha publicado un libro en el cual relata su trayectoria en el fútbol, y su experiencia como líder dentro y fuera del campo. Edvin es un hombre carismático y comprometido con las causas sociales, siendo embajador de una fundación que trabaja en la mejora de la educación en su país. Su matrimonio ha sido sólido desde hace más de dos décadas y tiene dos hijos adolescentes a los que adora. Su filosofía de vida se basa en la lucha constante por alcanzar metas y en mantener una mente y cuerpo sanos.
Edvin y Vander-Sar se conocieron durante una competencia de fútbol en la que ambos eran rivales. Edvin jugaba para el equipo de la escuela y Vander-Sar para un equipo local. Durante el juego, Edvin impresionó a Vander-Sar con su habilidad en el campo y su actitud humilde, a pesar de la rivalidad entre los dos equipos. Al final del partido, Vander-Sar se acercó a Edvin y lo felicitó por su gran actuación en el campo. A partir de ahí, comenzaron a hablar y a conocerse mejor. Mientras tanto, Annemarie y su hermana asistieron al partido para ver jugar a su primo, quien también integraba el equipo local de Vander-Sar. Fue entonces cuando Annemarie vio a Edvin jugar y quedó impresionada por su talento y determinación. Por casualidad, se encontró con él en un café cerca del estadio después del partido y comenzaron a conversar sobre fútbol y sus intereses en común. A partir de ahí, comenzaron a salir y, eventualmente, se convirtieron en una pareja feliz y apasionada tanto por el fútbol como por su relación.