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Edward Buzzell

Edward Buzzell

Edward Buzzell nació en Brooklyn, Nueva York, en 1895. Inició su carrera en el cine como extra en películas mudas y luego se convirtió en director de filmes cómicos. Se unió a la MGM en 1934 y trabajó como asistente de dirección de varios directores, incluyendo a George Cukor y Busby Berkeley. En 1936, dirigió su primer filme, "The Devil Is a Sissy", protagonizado por Mickey Rooney y Freddie Bartholomew.

Entre sus obras más conocidas se encuentran "Damas del Teatro" (1940) y "Más y Mejor" (1945), ambas protagonizadas por la actriz Judy Garland. En 1950, dirigió la comedia musical "Neptune's Daughter", protagonizada por Esther Williams y Red Skelton.

Buzzell se retiró del cine en 1953 y pasó el resto de su vida en California. Falleció en 1985 a los 90 años. Aunque no fue uno de los directores más importantes de la era dorada de Hollywood, Edward Buzzell dejó su huella en la historia del cine con su estilo divertido y accesible.

Relaciones amorosas

Ona Munson

Ona Munson

Esposa de Edward Buzzell

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Edward Buzzell y Ona Munson trabajaron juntos en la película de 1938 "The Great Waltz", una biopic de Johann Strauss. Buzzell era el director de la película mientras que Munson interpretó a la actriz Vilma von Hohenlohe.

No hay información disponible que indique una relación personal entre Buzzell y Munson fuera del set de filmación. Munson tuvo una vida personal muy turbulenta y falleció trágicamente en 1955. Por su parte, Buzzell continuó trabajando como director y productor en la industria del cine hasta su muerte en 1985.

Lorraine Miller

Lorraine Miller

Esposa de Edward Buzzell

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Edward-Buzzell y Lorraine-Miller se conocieron en una tarde soleada de primavera en un café en Paris. Ambos estaba sentados en una mesa al lado del otro, pero no habían intercambiado palabra aún. De repente, un viento fuerte sopló y el sombrero de Lorraine voló lejos de ella. Edward se levantó rápidamente, corrió tras el sombrero y lo recuperó justo a tiempo para entregárselo a Lorraine.

Ella se sorprendió y agradeció, mientras que Edward sonrió y le dijo con una voz coqueta "Cualquier cosa por una damisela en apuros". Los dos comenzaron a hablar y notaron que tenían mucho en común, incluyendo su amor por las artes y la música.

Pasaron horas hablando y al final de la noche, Edward le pidió a Lorraine que bailara con él en una fiesta de baile que tendría lugar esa misma noche. Por supuesto, ella aceptó. Bailaron toda la noche y nunca se separaron.

Desde esa noche, Edward y Lorraine comenzaron su romance en la hermosa ciudad de Paris, y nunca olvidarían aquel primer encuentro en el café.