Elżbieta Szydłowska (1849-1908) fue una educadora y activista por los derechos de las mujeres en Polonia. Nació en una familia aristocrática y se graduó de la Escuela de Mujeres de Funduklej en Varsovia. Trabajó como profesora en varias escuelas de mujeres y se convirtió en la directora de la Escuela de Mujeres Szarotka en Grodno.
Szydłowska fue una defensora de la educación para las mujeres y creía que esto les brindaría la oportunidad de mejorar sus vidas y contribuir al desarrollo de la sociedad. También fue activa en la organización del trabajo social y la caridad, y abogó por la igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres.
En 1900, Szydłowska estuvo presente en el Congreso Internacional de Mujeres en París, donde se reunió con otras líderes feministas de todo el mundo. También se involucró en la fundación de la Asociación de Mujeres Polacas, que trabajó por la educación y los derechos de las mujeres.
Szydłowska murió en 1908 y fue enterrada en el cementerio Powązki en Varsovia. Es considerada como una importante figura en la historia del movimiento de mujeres en Polonia y una defensora de la educación y los derechos de las mujeres.
Elbieta Szydowska fue una de las amantes y confidentes más cercanas del rey polaco Stanisaw August Poniatowski.
La relación entre Szydowska y Poniatowski comenzó en 1763, después de que ella fuera presentada en la corte como una de las damas de la reina consorte de Polonia, Marie Louise Gonzaga. A lo largo de los años, Szydowska se convirtió en una de las favoritas del rey y, además de ser su amante, también asumió un papel político y diplomático activo.
Se sabe que Szydowska influyó en la política del rey, incluyendo su política exterior hacia Rusia y Prusia. También se convirtió en un mediador clave en las relaciones entre el rey y su esposa, la reina Catherine de Romanov.
La relación de Szydowska con el rey se mantuvo fuerte incluso después de que la relación física terminara en la década de 1770. De hecho, incluso después de la abdicación de Poniatowski en 1795, Szydowska continuó como su confidente y fue una de las pocas personas con las que el rey se mantuvo en contacto regular.
En resumen, la relación entre Elbieta Szydowska y Stanisaw August Poniatowski fue una de las más duraderas y significativas en la vida del rey. Szydowska no solo fue su amante, sino también su confidente y consejera política clave.