Elisabeth Bindhoff

Elisabeth Bindhoff era una mujer de carácter fuerte y personalidad avasallante. Había crecido en una familia de artistas y eso se notaba en su pasión por el arte contemporáneo y las exposiciones internacionales. Había estudiado diseño gráfico en una de las mejores universidades de Estados Unidos y posteriormente había trabajado en varias agencias importantes en Nueva York y Londres.

Sin embargo, su verdadera pasión era la fotografía. En su tiempo libre, Elisabeth se dedicaba a tomar fotos en la ciudad, especialmente de las personas que hacían vida en la calle. Le encantaba capturar la esencia de la vida urbana y la cotidianidad de la gente común.

A pesar de su éxito profesional, Elisabeth había pasado por momentos difíciles en su vida personal. Después de un divorcio doloroso, había luchado por encontrar la felicidad y, aunque en algún momento se había sentido cerca de conseguirlo, la vida le había vuelto a dar una sorpresa.

Pero Elisabeth era una sobreviviente y siempre había sabido reinventarse cuando las cosas no iban bien. Ahora, a sus 40-50 años, estaba lista para empezar un nuevo capítulo en su vida y seguir explorando el mundo a través de su cámara.