Elizabeth Ilive fue una mujer inglesa del siglo XVIII conocida por su habilidad en la medicina. Nació en 1723 en una familia de clase media. A los 18 años, se casó con un cirujano y comenzó a aprender los rudimentos de la medicina. En su tiempo libre, estudiaba anatomía y leía libros de medicina. A la muerte de su esposo, Elizabeth continuó su aprendizaje y comenzó a atender pacientes en su hogar y en la calle. Ilive era conocida por tratar a pacientes de todas las clases sociales, y se destacó por sus habilidades para tratar enfermedades de la piel y la sífilis. También se ganó una reputación por ser compasiva y preocupada por el bienestar de sus pacientes. Sin embargo, a pesar de sus habilidades, Ilive no fue reconocida oficialmente como médico debido a las leyes inglesas de la época, que prohibían a las mujeres practicar la medicina. A pesar de ello, Ilive continuó atendiendo a pacientes hasta su muerte en 1774. A pesar de las restricciones impuestas por su tiempo, Elizabeth Ilive logró hacer una contribución significativa a la medicina y ayudar a muchas personas a lo largo de su vida.