Elizabeth Siddal fue una artista y poeta británica nacida en 1829. Comenzó su carrera como modelo de artistas de la Pre-Rafaelita y rápidamente se convirtió en musa e inspiración para muchos de ellos, incluyendo a su futuro esposo Dante Gabriel Rossetti.
Siddal demostró un gran talento como artista y poeta, pero su trabajo no fue ampliamente reconocido en su tiempo. La mayoría de sus obras fueron producidas en privado y no se exhibieron públicamente hasta después de su muerte.
Siddal luchó contra la tuberculosis durante gran parte de su vida y finalmente falleció en 1862 a la edad de 32 años. Su legado artístico y poético ha sido reconocido y valorado en las décadas siguientes, y ha sido descrita como una figura importante en la historia del arte y la literatura británica.
Elizabeth Siddal y Dante Gabriel Rossetti fueron artistas ingleses del siglo XIX que iniciaron una relación amorosa en 1851.
Rossetti conoció a Siddal cuando esta posaba como modelo para un cuadro. Quedó enamorado de ella y comenzó a dibujarla y a pintarla en diferentes obras. A pesar de las diferencias sociales y culturales, la pareja tuvo una larga relación amorosa.
Siddal también fue artista y poeta, y Rossetti la animó a seguir pintando y escribiendo. Fue su mayor musa y modelo en numerosos cuadros, como "Beata Beatrix" y "The Lady of Shalott". Rossetti también escribió poemas inspirados en su relación, como "The Blessed Damozel".
A pesar de su amor, la relación no estuvo exenta de dificultades. Siddal luchó contra una enfermedad mental y tuvo varios abortos involuntarios. Rossetti también tuvo una aventura con una modelo, Fanny Cornforth, lo que causó tensiones en la relación.
Siddal murió en febrero de 1862 por una sobredosis de láudano, una droga que utilizaba para aliviar su dolor. Su muerte dejó a Rossetti devastado y obsesionado con su memoria. Bajo su petición, se enterró junto a su esposa en el cementerio de Highgate en Londres.
Rossetti continuó trabajando en su arte y poesía en los años siguientes, pero nunca superó completamente la muerte de Siddal. Como un homenaje a su musa, en 1881, decidió exhumar su cuerpo y recuperar sus poemas y dibujos originales de su ataúd, los cuales se perdieron en su tumba.