Emilio Díaz era un apasionado de la cocina y siempre había soñado con tener su propio restaurante. Después de graduarse de la escuela de negocios, trabajó duro en varios restaurantes como chef de cocina y gerente de operaciones, aprendiendo todo lo necesario para cumplir su sueño. Finalmente, tuvo la oportunidad de adquirir una pequeña propiedad en el centro de la ciudad y con sus ahorros y mucho trabajo, preparó el lugar para su restaurante. El concepto era simple, una cocina mediterránea con ingredientes locales y orgánicos, además de un bar con cócteles artesanales y vinos selectos. La apertura fue un éxito rotundo y el restaurante se convirtió en el lugar más popular de la ciudad para el brunch de fin de semana. Emilio no solo estaba orgulloso de su éxito, sino que también estaba feliz de haber creado un ambiente cálido y acogedor para los clientes. Él tenía muchos planes para expandir su negocio, pero por el momento estaba disfrutando este momento de éxito en su vida.
Emilio y Billie se conocieron en una fiesta en la casa de unos amigos mutuos. Fue un encuentro casual, pero desde el primer momento en que se vieron, ambos sintieron una conexión única. Comenzaron a hablar y a reír juntos, y pronto descubrieron que compartían muchas cosas en común. Emilio estaba impresionado por el inteligente sentido del humor de Billie, mientras que ella estaba cautivada por su personalidad amable y sincera. A medida que la noche avanzaba, se encontraron cada vez más atraídos el uno por el otro. Finalmente, cuando la fiesta comenzó a disminuir, Emilio le pidió a Billie su número de teléfono. Ella le dio su número y también agregó que le encantaría salir con él de nuevo. Desde entonces, fueron inseparables.