Emily Bott había vivido una vida plena, llena de aventuras y experiencias. A lo largo de su vida, había viajado por todo el mundo, visitando países exóticos y descubriendo nuevas culturas. Había vivido en grandes ciudades y en pequeñas aldeas, y siempre había disfrutado de la diversidad del mundo que la rodeaba. Además de sus viajes, Emily era una apasionada de la literatura, y había leído innumerables libros a lo largo de su vida. Había incluso escrito algunos libros de su propia autoría. En cuanto a su vida personal, Emily había sido bendecida con una familia amorosa y apoyo incondicional de sus seres queridos. Había experimentado altibajos y desafíos, pero siempre había encontrado la manera de superarlos y seguir adelante con una sonrisa en el rostro. En resumen, Emily Bott había vivido una vida increíble, enriquecida por sus viajes, su amor por la literatura y su amor por su familia.
Conner-Shane y Emily-Bott se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Ambos se encontraban en la fila para ordenar su café y cruzaron miradas. Cuando Emily recibió su orden y se dirigió a la barra de azúcar, Conner se acercó y le preguntó si deseaba compartir mesa con él.
Emily aceptó y comenzaron a conversar. Descubrieron que compartían un amor por la música y hablaron de sus artistas favoritos. Conner le preguntó si ella tocaba algún instrumento y Emily le confesó que era una gran pianista.
Conner se mostró emocionado y le pidió que le enseñara alguna vez a tocar el piano. Emily sonrió y aceptó. Intercambiaron números de teléfono y se despidieron.
A partir de ese día, comenzaron a salir y a conocerse mejor. Conner estaba impresionado con el talento de Emily en el piano y ella también se sorprendió al descubrir la pasión de Conner por la composición de música. Juntos, comenzaron a crear música y a construir su propia banda. Y así, nació una nueva amistad y una gran colaboración musical.