Erik Bruhn fue uno de los bailarines de ballet más reconocidos del siglo XX. Nació en Dinamarca en 1928 y fue descubierto como bailarín prodigio a la edad de nueve años. Estudió en la Royal Danish Ballet School en Copenhague y se unió a la compañía en 1947.
Bruhn se convirtió en primer bailarín de la compañía en 1951 y se hizo famoso por su técnica impecable y su elegancia en el escenario. En 1955 se unió al Royal Ballet de Londres y, en 1961, se convirtió en director artístico del then-National Ballet of Canada.
Durante su carrera, Bruhn interpretó muchos papeles clásicos de ballet famosos, como Albrecht en Giselle y el Príncipe en El lago de los cisnes. También fue coreógrafo y creó muchas piezas notables para la National Ballet of Canada.
Bruhn murió en 1986 a la edad de 57 años debido a un cáncer. Su legado continúa influyendo en el mundo del ballet y muchos todavía consideran su técnica y estilo como uno de los más refinados y hermosos en la historia de la danza.
Erik Bruhn y Rudolf Nureyev fueron dos de los bailarines más famosos y exitosos en la historia de la danza clásica. Ambos nacidos en 1928, desarrollaron una gran amistad y una estrecha relación profesional durante su carrera.
Bruhn, de origen danés, se destacó por su técnica impecable y su estilo elegante y refinado. Nureyev, por su parte, nacido en Rusia, sorprendió al mundo con su estilo revolucionario, su gracia y su vitalidad en el escenario.
Ambos bailarines se conocieron en 1961, cuando Bruhn era director artístico del Royal Danish Ballet y Nureyev viajaba con el Kirov Ballet de Leningrado (ahora San Petersburgo). Bruhn se convirtió en un mentor y guía para Nureyev, aconsejándolo sobre su carrera y ayudándolo a establecerse en Occidente. Además, los dos bailarines trabajaron juntos en varias ocasiones, incluyendo una famosa producción de "Giselle" en 1962.
A pesar de su amistad y colaboración, Bruhn y Nureyev también tuvieron algunas diferencias. Según se ha dicho, Bruhn era reacio a adoptar el estilo innovador de Nureyev y prefirió mantener una técnica clásica más tradicional. Por su parte, Nureyev sentía que Bruhn era demasiado limitado en su enfoque artístico y no abrazaba las posibilidades expresivas de la danza.
A pesar de sus diferencias, la relación entre Bruhn y Nureyev fue una de respeto y admiración mutua, y de una colaboración artística que dejó una huella indeleble en la historia de la danza.
Erik Bruhn nació en 1928 en Dinamarca y se convirtió en uno de los bailarines más famosos del ballet mundial durante la década de 1950 y 1960. Tab Hunter, por su parte, nació en 1931 en Estados Unidos y fue un actor y cantante muy popular en la década de 1950.
Aunque no hay evidencia de que Bruhn y Hunter tuvieran una relación íntima, se rumoreaba que eran amigos cercanos. Ambos hombres eran conocidos por ser homosexuales en una época en la que la homosexualidad era aún muy estigmatizada, lo que probablemente les dio un vínculo común.
Hunter escribió sobre su propia homosexualidad en una autobiografía que se publicó en 2005, mientras que Bruhn, quien murió en 1986 por un cáncer, nunca habló públicamente sobre su orientación sexual. Sin embargo, se sabe que tuvo relaciones con hombres a lo largo de su vida.
En definitiva, aunque no existen pruebas concluyentes de que Bruhn y Hunter hayan mantenido una relación amorosa, ambos hombres comparten una historia de vida marcada por su orientación sexual y su importancia en las artes escénicas.
Erik Bruhn y Anthony Perkins tuvieron una relación romántica a finales de la década de 1950 y principios de los años 60. Bruhn, un famoso bailarín danés, y Perkins, un actor estadounidense conocido por su papel en Psycho, se conocieron en Nueva York en 1957 y comenzaron una relación, que fue en gran medida discreta debido a la presión social y a la época en la que vivían.
A pesar de la discreción de su relación, los rumores sobre su romance se extendieron en el mundo del espectáculo y del cine. Los dos hombres también fueron fotografiados juntos en varias ocasiones, incluyendo en una visita a Coney Island en 1960.
Según se ha informado, la relación llegó a su fin cuando Perkins comenzó a tener dificultades para aceptar su sexualidad y su relación con Bruhn. Perkins eventualmente se casó con la actriz Berry Berenson en 1973, y Bruhn se mantuvo en gran medida fuera de los titulares de la prensa sobre su vida personal hasta su fallecimiento en 1986.