Erik Myers fue un comediante estadounidense nacido en el año 1981 en Nueva Jersey. Comenzó su carrera como comediante en el circuito de comedia de Baltimore y se convirtió en un favorito local. En 2006, se mudó a Los Ángeles para perseguir su carrera en la comedia y comenzó a actuar en clubs de comedias y festivales de comedia en todo el país.
Myers se especializó en la comedia de stand-up, burlándose de su vida cotidiana y de sus experiencias, especialmente las relacionadas con el consumo de alcohol y drogas. Se hizo conocido por su estilo anecdótico y su habilidad para involucrar al público, y fue muy popular en la comunidad de comedia.
Además de su carrera en la comedia, Myers también trabajó en la televisión, apareciendo en programas como "Gotham Comedy Live" y "The Tonight Show". También fue co-anfitrión del podcast "Dudesoup Comedy" y apareció en varios videos en línea de CollegeHumor y Funny or Die.
Tristemente, el 4 de abril de 2017, Erik Myers falleció en su casa en Los Ángeles a la edad de 35 años. La causa de su muerte fue un paro cardíaco causado por una sobredosis accidental de drogas. Su legado sigue vivo a través de sus videos y presentaciones de comedia, y sigue siendo un ejemplo de la pasión y dedicación que se necesita para tener éxito en la comedia de stand-up.
Un día soleado en Los Ángeles, Erik-Myers y Kate-Quigley coincidieron por casualidad en una tienda de comestibles. Kate estaba buscando desesperadamente su barra de proteína favorita mientras Erik estaba admirando discretamente su belleza.
Después de unos minutos incómodos de buscar en diferentes estantes, se encontraron en la misma sección y se sorprendieron por lo que estaban comprando ambos: chocolate negro. Intercambiaron algunas palabras y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común: ambos eran comediantes, fanáticos del blackjack y de la música de los 80.
Se despidieron con una sonrisa y un número de teléfono intercambiado. Erik se fue a su casa tan emocionado que casi olvidó pagar su cuenta. Kate, por su parte, estaba encantada de conocer a alguien con quien pudiera compartir su pasión por la comedia.
Desde ese momento, Erik y Kate se mantuvieron en estrecho contacto y comenzaron a dar paseos juntos por la ciudad, a tocar juntos en espectáculos y, finalmente, a iniciar una relación sentimental. La casualidad de una barra de proteína y su amor por el chocolate negro los unió y se convirtieron en dos almas gemelas del mundo del humor.