Ernest Haller (1896-1970) fue un cinematógrafo estadounidense conocido por su trabajo en películas como "Lo que el viento se llevó" y "Juicio en Nuremberg".
Haller inició su carrera en la industria cinematográfica como asistente de cámara en 1919. A lo largo de la década de 1920, trabajó en películas mudas y fue uno de los primeros en experimentar con el uso de la luz para crear efectos dramáticos.
En 1933, Haller se unió a Warner Bros. y comenzó a trabajar en películas como "La Extraña Compasión de Raquel" y "El Gran Ziegfeld", por las cuales recibió dos nominaciones al Oscar.
En 1939, Haller fue contratado para fotografiar "Lo que el viento se llevó", una de las películas más exitosas e influyentes de todos los tiempos. Por su trabajo en esta película, Haller recibió su única estatuilla dorada.
Después de "Lo que el viento se llevó", Haller continuó trabajando en películas de alto perfil, incluyendo "Juicio en Nuremberg" y "My Fair Lady". También se desempeñó como presidente de la American Society of Cinematographers durante dos términos.
Haller falleció en 1970 a los 74 años, dejando un legado como uno de los cineastas más influyentes y talentosos de Hollywood.
George Cukor y Ernest Haller trabajaron juntos en varias películas durante sus carreras en Hollywood. Cukor fue un reconocido director y Haller un famoso director de fotografía.
La primera colaboración entre Cukor y Haller fue en la película "What Price Hollywood?" en 1932. Luego trabajaron juntos en la película "Camille" en 1936, que fue un gran éxito de taquilla y crítica, y que les valió una nominación al Oscar a ambos. También trabajaron juntos en "Gone with the Wind" en 1939, una de las películas más famosas de la historia del cine, donde Haller se encargó de la dirección de fotografía.
Cukor y Haller también colaboraron en otras películas famosas como "A Star is Born" en 1954, "Les Girls" en 1957 y "My Fair Lady" en 1964. Haller fue conocido por su capacidad para crear imágenes bellas y emotivas con la luz y la sombra, y esto encajaba perfectamente con la visión de Cukor de crear películas que fueran visualmente impresionantes y emotivamente poderosas.
En resumen, George Cukor y Ernest Haller tuvieron una fructífera colaboración en varias películas, donde la visión del director y la habilidad del director de fotografía se unieron para crear obras maestras del cine.