Eva May fue una actriz estadounidense nacida el 1 de febrero de 1895 en Londres, Inglaterra. Comenzó su carrera en el teatro a una edad temprana y luego se unió al cine en la década de 1910. May actuó en más de 150 películas en los siguientes 20 años, incluyendo varios westerns y comedias. Fue considerada una de las principales actrices de carácter de la era del cine mudo.
Después de retirarse del cine en 1930, May se dedicó a la escritura, el diseño de moda y la educación. También se convirtió en una activista por los derechos de los animales, siendo una de las fundadoras de la Sociedad Protectora de Animales de los Estados Unidos.
Eva May falleció el 7 de noviembre de 1924 a la edad de 70 años en Los Ángeles, California. Se le recuerda como una de las actrices más talentosas de su época y una defensora de la justicia social y animal.
Eva-May y Manfred-Noa se conocieron en una heladería en el centro de la ciudad. Eva-May había estado caminando por la calle, disfrutando de un día soleado, cuando vio la heladería y decidió entrar.
Mientras estaba en la fila para pedir su helado, Manfred-Noa entró en la heladería y se paró detrás de ella. Casualmente, ella se dio la vuelta y se encontró cara a cara con él.
Inmediatamente sintió una conexión con él y comenzaron a hablar mientras esperaban su helado. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y decidieron intercambiar números de teléfono antes de irse.
A partir de ese día, comenzaron a hablar y salir juntos cada vez más. Pronto se dieron cuenta de que habían encontrado el uno al otro, y estaban muy emocionados por lo que el futuro les deparaba.
Erik y Eva se conocieron en un festival de cine en España. Él estaba presentando su última película y ella había ido como parte del público. Después de la proyección, Erik salió del escenario y se encontró con Eva en la zona de merchandising. Ella estaba interesada en hablar con él sobre el mensaje de la película y sobre sus ideas cinematográficas en general. Después de una larga conversación, intercambiaron números y acordaron reunirse para tomar un café y discutir más a fondo. Desde entonces, Erik y Eva han mantenido una amistad cercana y han colaborado en varios proyectos juntos.
Eva-May y Lothar-Mendes se encontraron por casualidad en una tienda de antigüedades en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando una pieza única para agregar a sus colecciones personales. Al principio, se ignoraron mutuamente mientras examinaban los distintos objetos en la tienda.
Sin embargo, cuando Eva-May mostró interés en un libro antiguo, Lothar-Mendes no pudo resistir la oportunidad de conversar con ella. Resulta que ambos eran apasionados de la literatura clásica y rápidamente comenzaron a discutir sus autores favoritos.
Después de varias horas en la tienda, decidieron continuar la conversación en un café cercano. Allí descubrieron que tenían muchas cosas en común, desde su amor por la música hasta sus viajes por el extranjero. Para cuando terminaron sus bebidas, habían intercambiado números de teléfono y planes para reunirse de nuevo.
Desde entonces, Eva-May y Lothar-Mendes han explorado la ciudad juntos, compartiendo sus intereses comunes y descubriendo nuevas aventuras. Fue el destino lo que los llevó a la tienda de antigüedades ese día, pero fue su pasión compartida lo que les permitió encontrar un lazo más fuerte.