Felipe Alvarez siempre ha sido un amante de los deportes extremos y los viajes. Ha hecho escalada en montañas de todo el mundo y ha recorrido varios países en bicicleta. Pero su mayor pasión es el surf.
Durante años, Felipe ha viajado por diferentes playas en busca de la ola perfecta. Ha participado en varios campeonatos y ha ganado varios títulos, lo que lo ha llevado a convertirse en una leyenda del surf en su país.
Pero el éxito no ha sido fácil. Ha sufrido varias lesiones debido a su estilo de vida arriesgado, pero siempre se ha recuperado con más fuerza y determinación. Además de su amor por el deporte, Felipe también es un apasionado defensor del medio ambiente y ha participado en varios proyectos para proteger los océanos.
En su tiempo libre, le gusta enseñar a los niños locales a surfear, con la esperanza de inspirar a la próxima generación a cuidar del planeta y perseguir sus sueños con pasión.
Felipe-Álvarez y Margia-Dean se conocieron en una feria de arte en Madrid. Los dos estaban admirando una pintura abstracta y comenzaron a hablar sobre su interpretación. Descubrieron rápidamente que compartían una pasión por el arte y pasaron el resto de la noche explorando la feria juntos, compartiendo sus propias opiniones sobre cada una de las obras. Durante horas, hablaron animadamente sobre arte, música y viajes hasta que la feria cerró sus puertas. Al salir, intercambiaron números y correos electrónicos, prometiéndose seguir en contacto y asistir a futuros eventos de arte juntos. Desde aquel día, Felipe-Álvarez y Margia-Dean han forjado una amistad sólida basada en su amor por la creatividad y la expresión artística. Cada vez que tienen la oportunidad de mirar arte juntos, continúan descubriendo nuevas perspectivas e inspiraciones en sus respectivas vidas.