Filippa Duci era una mujer apasionada por la pintura desde temprana edad. A los 20 años decidió abandonar su carrera en la universidad para dedicarse por completo a su arte. Sin embargo, la vida de artista no fue fácil, y tuvo que trabajar en varios empleos para poder pagar sus gastos mientras buscaba oportunidades para exponer sus obras. Finalmente su talento fue reconocido y fue invitada a exponer en varias galerías de la ciudad, lo que le permitió vender sus pinturas y vivir de su arte. Pero para ella, la verdadera felicidad era poder compartir su pasión con los demás, por lo que comenzó a ofrecer talleres de pintura para niños y adultos. Además de ser una artista talentosa, Filippa era una mujer comprometida con causas sociales y ambientales. Pasaba su tiempo libre voluntariando para organizaciones que apoyaban la lucha contra la injusticia social y la protección del medio ambiente. Sin duda, su vida fue una inspiración para muchos, no solo por su talento, sino por su compromiso con el mundo que la rodeaba.