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Flor Silvestre

Flor Silvestre

Flor Silvestre fue una cantante, actriz y compositora mexicana, nacida el 16 de agosto de 1930 en Guanajuato. Comenzó su carrera en la industria musical con el grupo Flores y Cielo, y luego se unió al mariachi de José Barrientos.

En la década de 1950, firmó un contrato discográfico con la compañía Discos Columbia y tuvo éxito con canciones como "Mi destino fue quererte" y "Cielo rojo". También hizo varias películas en México, algunas con el actor Pedro Infante, con quien tuvo una relación amorosa.

En 1958, se casó con el cantante Antonio Aguilar, con quien tuvo dos hijos y formó una exitosa carrera de dueto musical. También actuaron juntos en varias películas y programas de televisión.

Flor Silvestre continuó cantando y actuando durante décadas, y fue reconocida con varios premios a lo largo de su carrera, incluyendo un Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical en el 2014. Falleció el 25 de noviembre de 2020 a los 90 años debido a complicaciones de la diabetes.

Relaciones amorosas

Antonio Aguilar

Antonio Aguilar

Esposo de Flor Silvestre

1959 - 2007

Antonio Aguilar y Flor Silvestre fueron dos artistas mexicanos que mantuvieron una relación amorosa durante muchos años. Antonio Aguilar, también conocido como "El Charro de México", fue un cantante, actor y productor cinematográfico, mientras que Flor Silvestre era una cantante y actriz de cine mexicana.

La historia de amor entre Antonio y Flor comenzó en los años 50, cuando coincidieron en un rodaje de cine. Desde entonces, se convirtieron en inseparables y se casaron en 1959. La pareja tuvo dos hijos, Antonio Jr. y Pepe Aguilar, quienes también se dedicaron al mundo de la música y el espectáculo.

Antonio y Flor trabajaron juntos en varias películas y grabaron varios discos juntos. Además, realizaron numerosas giras juntos por todo México y Estados Unidos. Su amor por la música y la profunda conexión que tenían se reflejaba en su trabajo en equipo.

Después de más de 50 años de matrimonio, Antonío Aguilar falleció en 2007, lo que fue un duro golpe para su esposa, Flor Silvestre. A pesar de esto, Flor Sigestra mantuvo el legado musical de su esposo y continuó dando conciertos en vivo hasta hace poco, cuando anunció su retiro a los 90 años.

La relación entre Antonio Aguilar y Flor Silvestre fue un símbolo del amor verdadero y duradero. Su amor por la música y su pasión por el arte los unió durante muchas décadas, y sus contribuciones al mundo del espectáculo mexicano nunca serán olvidadas.

Paco Malgesto

Paco Malgesto

Esposo de Flor Silvestre

1953 - 1958

Un día soleado, Flor-Silvestre estaba paseando por el campo recogiendo flores silvestres cuando de repente se topó con Paco-Malgesto. Este estaba en su tractor arando la tierra y no parecía muy feliz.

Flor-Silvestre se acercó a él y le preguntó si necesitaba ayuda. Paco-Malgesto la miró con desconfianza al principio, pero luego aceptó su ofrecimiento.

Juntos trabajaron arduamente en la granja durante varias horas y durante este tiempo se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Se rieron juntos, compartieron historias y descubrieron que ambos amaban el campo y disfrutaban estar rodeados de naturaleza.

Al final del día, Paco-Malgesto le agradeció a Flor-Silvestre por su ayuda y le preguntó si quería volver a trabajar con él al día siguiente. Flor-Silvestre aceptó y así comenzó su amistad y posterior romance.

Andrés Nieto

Andrés Nieto

Esposo de Flor Silvestre

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Un día soleado, Flor-Silvestre estaba paseando por el parque disfrutando del aroma de las flores y de la naturaleza cuando tropezó con una rama y cayó al suelo. En ese momento, Andrés-Nieto pasaba por ahí y rápidamente se acercó para ayudarla a levantarse.

Flor-Silvestre agradecida, le preguntó por su nombre y empezaron a conversar. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y Andrés-Nieto le ofreció acompañarla a seguir su paseo.

Entre risas y confidencias, se dieron cuenta de que había algo especial entre ellos y desde entonces no se han separado. Así comenzó su historia de amor, con un simple acto de ayuda y una casualidad del destino en el parque.