Frances Howard nació en 1590 en la familia Howard, una de las más poderosas de la sociedad inglesa del siglo XVII. A los 14 años, fue casada con Robert Devereux, conde de Essex, pero el matrimonio no duró mucho. Después de la muerte del conde, Frances se casó con Thomas Overbury y se convirtió en una figura prominente en la corte de Jacobo I de Inglaterra. Sin embargo, la relación entre Frances y Thomas se deterioró rápidamente y terminó en la muerte de este último en prisión. Frances fue acusada de haber envenenado a su marido y llevada a juicio en 1615, donde fue declarada culpable y sentenciada a muerte. Sin embargo, la pena de muerte fue conmutada por la prisión perpetua en la Torre de Londres. Frances pasó los siguientes 25 años de su vida en prisión, donde se convirtió en una figura popular entre los reclusos y se le permitió una mayor libertad que otros prisioneros. Murió en 1632 en la prisión de la Torre de Londres. Su vida y su caso judicial se convirtieron en una fuente de inspiración para artistas, escritores y dramaturgos de la época.