Frances Propper nació en 1897 en una familia judía en Nueva York. Durante su infancia, tuvo una educación estricta en la religión judía y fue influenciada por las enseñanzas socialistas de su padre. En 1915, se graduó de la escuela secundaria y comenzó su carrera en el activismo político. En 1919, Propper se mudó a Baltimore y se involucró en el movimiento de derechos civiles y la lucha contra el racismo. También se involucró en el sindicalismo y defendió los derechos de los trabajadores. En 1929, se casó con Leo Goldberg, un activista sindical y comunista. Durante la década de 1930, Propper se involucró en la lucha contra el fascismo y el nazismo, y en la defensa de los derechos de las mujeres y los trabajadores en la Unión Soviética. En 1940, se unió al Partido Comunista de los Estados Unidos y se dedicó a la lucha por la paz y la justicia social. En la década de 1950, Propper fue investigada por el Comité de Actividades Anti-Americanas y se negó a testificar en su contra. Fue puesta en la lista negra y tuvo dificultades para encontrar trabajo durante varios años. Sin embargo, a pesar de la persecución política, Propper continuó su activismo y se convirtió en una figura destacada en la lucha contra la guerra de Vietnam. También se involucró en la lucha por los derechos de los presos políticos y la reforma penitenciaria. Frances Propper murió en 1966, a la edad de 68 años. A lo largo de su vida, luchó incansablemente por la justicia social y la igualdad, y su legado continúa siendo una inspiración para las futuras generaciones de activistas.