Francis Gordon-Howley es un hombre muy enigmático. Ha vivido una vida llena de aventuras e intrigas, pero siempre ha mantenido un perfil bajo. Pocos conocen su verdadera historia y aún menos han tenido el privilegio de acercarse lo suficiente como para conocerlo a fondo.
Se rumorea que ha sido un agente secreto para varias agencias de inteligencia internacionales y que ha tenido que realizar misiones peligrosas y arriesgadas en varios países del mundo. Sin embargo, hay quienes aseguran que su riqueza proviene de negocios turbios y que en realidad es un hombre muy peligroso.
Lo que sí se sabe con certeza es que Gordon-Howley es un hombre de gustos exóticos y extravagantes. Vive en una mansión espectacular en una zona exclusiva de la ciudad y es dueño de varios coches de lujo y obras de arte de incalculable valor. Además, es un gran amante de los animales y tiene una colección privada de animales exóticos en su jardín. En resumen, Francis Gordon-Howley es un misterio envuelto en un enigma.
Gertrude Lawrence y Francis Gordon-Howley tuvieron una relación amorosa en la década de 1920. Lawrence fue una reconocida actriz y cantante, mientras que Gordon-Howley era un oficial de la Marina Británica.
A pesar de que Gordon-Howley estaba casado, comenzó una relación con Lawrence en 1922. La pareja se mudó juntos a una casa en Londres y tuvieron una hija en 1924.
Sin embargo, la relación fue tumultuosa y plagada de infidelidades por parte de ambos. Además, Gordon-Howley enfrentó problemas financieros y tuvo que vender su casa para pagar deudas.
La relación finalmente terminó en 1926 cuando Lawrence se mudó a Nueva York para continuar su carrera en el teatro. Aunque nunca se casaron, mantuvieron contacto ocasional hasta la muerte de Lawrence en 1952.