Frank Woody es un hombre lleno de contrastes. Por un lado, es un ejecutivo de éxito en una importante compañía de tecnología, pero por otro lado, también tiene un gran amor por la literatura y la poesía. En su tiempo libre, disfruta escribir en su diario y leer libros de diferentes géneros, desde novelas policíacas hasta clásicos de la literatura universal.
A pesar de su apretada agenda laboral, siempre encuentra tiempo para dedicarse a su familia. Es un padre amoroso y muy protector, y a menudo lleva a sus hijos a aventuras en la naturaleza los fines de semana. También es un esposo fiel y cariñoso, y trata de hacer que su esposa se sienta valorada y apreciada.
Sin embargo, bajo esa imagen perfecta, Frank está lidiando con algunos problemas personales. Ha estado sintiendo una gran presión en el trabajo y siente que está perdiendo su creatividad. Además, ha estado experimentando problemas de salud y estrés relacionados con el trabajo. Pero sigue luchando y buscando maneras de mantener un equilibrio entre su vida profesional y su vida personal.
Helen y Frank se conocieron en un bar de Nueva York en una noche fría de invierno. Mientras él estaba sentado en la barra, Helen entró, acompañada de un viento helado y envuelta en una gruesa bufanda de lana. Frank no pudo evitar notarla, y se sorprendió al ver que se sentaba a su lado.
Inmediatamente comenzaron a hablar de todo tipo de cosas, desde el clima hasta la música que les gustaba. Descubrieron que tenían mucho en común y se llevaban muy bien. La conversación fue tan agradable que perdieron la noción del tiempo y se dieron cuenta de que ya habían estado hablando durante horas.
Finalmente, cuando el bar comenzó a cerrar, Frank se ofreció a llevar a Helen a casa. Ella aceptó con gusto, y cuando llegaron a su apartamento, Frank le preguntó si le gustaría salir otra vez. Ella sonrió y asintió, y desde entonces nunca se separaron.