Fred Gardner nació en 1943 en Brooklyn, Nueva York. Estudió en la Universidad de Harvard, donde se unió a la Sociedad de Debates de Harvard.
Más tarde, se unió al movimiento por los derechos civiles y trabajó como activista en el sur de Estados Unidos. En la década de 1960, se mudó a California y se convirtió en un activista por la legalización de la marihuana y la reforma de las leyes penales relacionadas con las drogas.
En los años 70, fue uno de los fundadores de High Times, una revista dedicada a la cultura y el consumo de cannabis. También fue uno de los fundadores del Comité de Acción PAC NORML, una organización que aboga por la legalización de la marihuana.
Además del activismo relacionado con las drogas, Gardner también se involucró en la política de San Francisco en la década de 1980, trabajando en la campaña del alcalde Art Agnos y organizando un grupo llamado In Defense of the Bill of Rights.
Gardner murió en 2018 a la edad de 75 años. Fue recordado por su activismo y su dedicación a la causa de la justicia social.
Fred Gardner y Jane Fonda se conocieron en la década de 1960 mientras ambos participaban en el movimiento por los derechos civiles y la lucha contra la guerra de Vietnam. Gardner era un activista radical y periodista en San Francisco, mientras que Fonda estaba comenzando su carrera como actriz en Hollywood. A pesar de la diferencia de edad, su relación se convirtió en algo más que una amistad platónica y comenzaron a salir juntos.
La relación entre Fonda y Gardner fue breve pero intensa. Sin embargo, Fonda se enamoró profundamente de Gardner y le atribuye a él haberla convertido en una feminista comprometida. Gardner también influyó en la carrera de Fonda, animándola a tomar papeles más desafiantes y políticamente comprometidos en el cine.
A pesar de que su relación terminó en 1970, Gardner continuó siendo una figura importante en la vida de Fonda. Él se convirtió en su asesor en temas políticos y la alentó a hacer campaña por los derechos de las mujeres y la justicia social en todo el país. Además, también ayudó a Fonda a fundar el Centro Internacional de Medios para Adolescentes, una organización sin fines de lucro destinada a mejorar la representación de los jóvenes en los medios de comunicación.
En resumen, la relación entre Fonda y Gardner fue una influencia importante en la vida de Fonda y en su carrera como actriz y activista de los derechos civiles. Gardner ayudó a Fonda a convertirse en una fuerza política en Hollywood y la animó a dedicar su tiempo y esfuerzos a cuestiones sociales importantes. A pesar de que su relación romántica acabó, su amistad y asociación política continuaron por muchos años.