Frieda von Richthofen fue una mujer alemana nacida en 1879 quien se hizo conocida por ser la musa y amante del poeta D. H. Lawrence. Frieda creció en una familia adinerada y aristocrática en la Alemania imperial. En 1901, se casó con un profesor llamado Ernest Weekley y se mudó a Inglaterra.
En 1912, Frieda conoció a D.H. Lawrence, un escritor inglés que le cambiaría la vida. Se enamoraron apasionadamente, y ambos dejaron a sus cónyuges para estar juntos. Frieda se convirtió en la musa inspiradora de Lawrence, quien escribió varias obras basadas en su relación, incluyendo la novela "El amante de lady Chatterley".
Después de casarse en 1914, la pareja viajó por todo el mundo, viviendo en Australia, Italia, México y los Estados Unidos. Sin embargo, su vida juntos no siempre fue fácil. Las controversias causadas por las creencias políticas y las actitudes hacia la guerra y el patriotismo durante la Primera Guerra Mundial resultaron en su expulsión de Cornwall. Finalmente, la pareja se estableció en Nuevo México, Estados Unidos.
Frieda murió en 1956 a los 77 años, después de haber logrado convertirse en una novelista y escritora en su propio derecho. Aunque su vida privada ha sido el centro de atención, sus logros literarios y contribuciones como escritora y editora son dignos de mención.
La relación entre Frieda von Richthofen y D.H. Lawrence fue una de las relaciones más controvertidas de su tiempo. Se dice que Lawrence estaba enamorado de Frieda desde el momento en que la vio por primera vez, a pesar de que ella estaba casada en ese momento.
Frieda era prima del Barón Rojo y estaba casada con un profesor de lingüística llamado Ernest Weekley. Se conocieron en una cena organizada por la pareja de Lawrence, pero rápidamente se enamoraron el uno del otro y comenzaron una aventura apasionada.
La relación entre Frieda y Lawrence fue muy complicada. Ambos estaban casados y su amor era visto como escandaloso para la sociedad de la época. Además, Lawrence era un escritor de renombre y Frieda era la esposa de un académico exitoso, lo que añadía presión adicional a su romance.
La pareja vivió juntos en varios países, incluyendo Alemania, Italia, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Lawrence escribió algunas de sus obras más famosas mientras estaba con Frieda, incluyendo "Mujeres enamoradas", "El arco iris" y "Los amantes de Lady Chatterley".
Sin embargo, la relación entre Frieda y Lawrence no fue siempre fácil. Además del escándalo que rodeaba su romance, Frieda se enfrentó a problemas de salud y financieros, y Lawrence a menudo estaba deprimido y enojado.
Finalmente, la pareja se casó en 1914, seis años después de haberse conocido. Su matrimonio duró hasta la muerte de Lawrence en 1930. Frieda vivió el resto de su vida en Nuevo México, donde murió en 1956. A pesar de los altibajos de su relación, la conexión entre Frieda y Lawrence sigue siendo una de las historias de amor más famosas de la literatura.
D.H. Lawrence, nacido en 1885 en Inglaterra, fue un escritor y poeta famoso por sus obras como "El amante de Lady Chatterley" y "Mujeres enamoradas". Frieda von Richthofen, nacida en Alemania en 1879, fue la esposa de su amigo de la universidad, el profesor de lenguas extranjeras Ernest Weekly. Sin embargo, Lawrence y Frieda se enamoraron y comenzaron un romance en secreto.
En 1912, Lawrence y Frieda huyeron juntos a Europa, dejando atrás a sus cónyuges y familias. Se casaron en 1914 después de que los trámites para el divorcio estuvieran finalizados. La pareja pasó gran parte de su tiempo viajando por Europa, especialmente en Italia y Alemania, donde Frieda había crecido.
Frieda fue una fuente de inspiración para Lawrence, y muchos creen que sus personajes femeninos en sus obras fueron modelados según ella. Sin embargo, la relación entre Lawrence y Frieda fue tumultuosa y no siempre feliz. A menudo discutían, y Lawrence era celoso y posesivo.
La pareja se trasladó a Nuevo México en los Estados Unidos en 1922, pero su salud se deterioró y Lawrence murió de tuberculosis en 1930. Frieda sobrevivió a Lawrence durante más de 30 años y escribió su propia autobiografía sobre la vida que compartieron. A pesar de los altibajos de su relación, Frieda mantuvo su amor y admiración por Lawrence durante toda su vida.