Gene Sawyer nació en Chicago en 1934. Fue criado en el lado sur de la ciudad donde asistió a la escuela primaria y secundaria en la ciudad de Chicago. Comenzó su carrera política temprano como presidente del Student Council en Phillips High School y luego asistió a la Universidad Roosevelt, donde obtuvo una licenciatura en Negocios y Economía.
Durante las décadas de 1950 y 1960, Sawyer trabajó en el sector privado y luego ingresó en la política local. En 1971, fue elegido alcalde de su distrito en la ciudad de Chicago y luego fue elegido para el Consejo de la Ciudad en 1972. En 1978, fue elegido como el primer alcalde negro de la ciudad de Chicago y sirvió en este cargo hasta 1989.
Durante su tiempo como alcalde, Sawyer trabajó en proyectos importantes para la ciudad como la construcción del aeropuerto internacional O'Hare y la remodelación del Loop. También trabajó para mejorar la educación y aumentar la diversidad en la ciudad.
Después de dejar el cargo de alcalde, Sawyer continuó trabajando en el sector público y privado. Falleció en 2008 a la edad de 73 años.
Gene Sawyer e Xana Lafuente se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. Gene había estado en la ciudad por negocios y decidió tomar un breve descanso antes de su próxima reunión. Mientras pedía su café, notó a una mujer sentada en una mesa cercana. Ella estaba trabajando en su computadora portátil y parecía estar muy concentrada en su trabajo. Gene no podía dejar de notar lo hermosa que era. Después de ordenar su café, decidió acercarse y presentarse.
"Hola, me llamo Gene. ¿Te molesta si me siento aquí contigo por un momento?"
"No, adelante", respondió Xana sin levantar la mirada de su computadora.
Gene comenzó a hablar con Xana y se dio cuenta de que tenían muchos intereses en común. Los dos habían estudiado en las mismas universidades y habían viajado extensamente para sus trabajos. Gene estaba impresionado con la inteligencia de Xana y su fuerte ética de trabajo.
Después de charlar durante un par de horas, intercambiaron números de teléfono y se prometieron mantenerse en contacto. Esa noche, Gene envió un mensaje de texto a Xana agradeciéndole por su tiempo y por permitirle conocerla. Resulta que, ella también estaba impresionada con él.
A partir de ese día, Gene y Xana se mantuvieron en contacto y hablaban con frecuencia. Finalmente, Gene decidió invitar a Xana a salir en una cita y ella aceptó. Fue en esa cita que los dos se dieron cuenta de que habían encontrado a alguien con quien querían pasar el resto de sus vidas.
Hoy en día, Gene y Xana son una pareja feliz y están agradecidos de haberse conocido de la manera en que lo hicieron.