Geoffrey Plantagenet nació en 1113 en la región de Maine, Francia. Fue el hijo mayor del conde de Anjou, Fulco V, y de su segunda esposa, Ermengarda de Maine. Tras la muerte de su padre en 1143, Geoffrey heredó el condado de Anjou y se convirtió en uno de los señores más poderosos de Francia.
Durante su reinado, Geoffrey se alió con el rey de Inglaterra, Enrique II, casándose con su hija Matilda en 1152. La pareja tuvo tres hijos: Enrique, Ricardo y Leonor. También emprendió varias campañas militares, incluyendo la conquista de Normandía y Bretaña.
Después de la muerte de su esposa en 1167, Geoffrey se centró en expandir sus territorios en Francia, tomando el control del ducado de Normandía y del condado de Maine. Sin embargo, murió repentimanete en 1159 en Château-du-Loir. Su hijo mayor, Enrique, heredó el reino de Inglaterra y sus posesiones en Francia, convirtiéndose en Enrique II de Inglaterra.
Eleanor de Aquitania (1122-1204) fue una destacada figura de la realeza medieval europea, siendo reina consorte de Francia e Inglaterra en el siglo XII. En 1152, se divorció del rey Luis VII de Francia y contrajo matrimonio con el conde de Anjou, Geoffrey Plantagenet (1113-1151).
Geoffrey era el fundador de la dinastía Plantagenet, que gobernó Inglaterra desde 1154 hasta 1485. El matrimonio entre Eleanor y Geoffrey fortaleció la posición política del conde de Anjou, quien se convirtió en el padrastro del futuro rey de Inglaterra, Ricardo I (conocido como Ricardo Corazón de León). Además, la unión permitió la unificación de las tierras de Anjou y Aquitania, lo que creó un gran poder económico y militar en la región.
Eleanor y Geoffrey tuvieron varios hijos, incluyendo a los futuros reyes de Inglaterra, Ricardo I y Juan sin Tierra. Sin embargo, su matrimonio atravesó varios problemas, incluyendo la infidelidad por parte de Geoffrey y las acusaciones de que Eleanor había conspirado contra su marido en varias ocasiones. Geoffrey murió en 1151, dejando a Eleanor como una viuda joven y rica.
A pesar de la controversia que rodeó a su matrimonio y su posterior vida, Eleanor siguió siendo una figura poderosa y respetada en la realeza europea. Contribuyó a la creación de la leyenda artúrica, se convirtió en una mecenas de la música y la poesía, y llegó a ser la gobernante de facto de su reino durante las ausencias de sus esposos. Geoffrey y Eleanor mantuvieron una relación tumultuosa, pero su unión acabó siendo clave en la creación de una de las dinastías más poderosas de la Edad Media.
Empress Matilda y Geoffrey Plantagenet, conde de Anjou, tuvieron una relación matrimonial que fue crucial para la historia de Inglaterra.
Matilda era hija del rey Enrique I de Inglaterra y heredera legítima al trono, pero su tío, Esteban de Blois, se apoderó del trono tras la muerte de Enrique I. Matilda inició una lucha por recuperar lo que consideraba su derecho y obtuvo el apoyo de su esposo, Geoffrey Plantagenet, quien era también un ambicioso noble francés.
Geoffrey y Matilda se casaron en 1128 y tuvieron tres hijos varones, entre ellos, el futuro rey Enrique II de Inglaterra. Geoffrey apoyó a Matilda en su lucha por el trono, liderando sus ejércitos en varias batallas clave.
Finalmente, en 1153, se llegó a un acuerdo conocido como el Tratado de Wallingford, en el que Esteban de Blois reconoció a Matilda como su sucesora y le permitió sentar las bases de la dinastía Plantagenet en Inglaterra.
Geoffrey y Matilda también se destacaron por su mecenazgo artístico y cultural, atrayendo a poetas y trovadores a su corte en Anjou. Su hijo Enrique II continuó con esta tradición, estableciendo la corte literaria más famosa de la Edad Media en Europa.
En resumen, la relación entre Empress Matilda y Geoffrey Plantagenet fue fundamental en la lucha por el trono de Inglaterra y en la creación de la dinastía Plantagenet, que gobernaría Inglaterra durante más de tres siglos. Además, su mecenazgo cultural fue clave en el desarrollo de la poesía y la literatura en Europa.