Georg Brandes fue un crítico literario y escritor danés nacido en el año 1842. Fue uno de los fundadores del movimiento moderno en la literatura escandinava y uno de los principales defensores del realismo y el naturalismo en la literatura europea.
Brandes estudió filosofía en la Universidad de Copenhague y posteriormente viajó a Alemania, donde se sumergió en el estudio de la filosofía, la literatura y la cultura alemanas. En 1871, publicó su obra más famosa, “Main Currents in Nineteenth Century Literature” (Corrientes principales de la literatura del siglo XIX), que estableció su reputación como crítico literario y llevó a cabo una profunda exploración de la literatura europea del siglo XIX.
Además de su trabajo como crítico literario, Brandes también fue un escritor prolífico. Escribió varias novelas y obras de teatro, así como ensayos sobre política, religión y filosofía. También se convirtió en una figura importante en la vida cultural y política de Dinamarca.
Brandes vivió una vida polémica y controvertida. Fue un defensor de la liberación de la mujer y se casó con una mujer judía, lo que en la Dinamarca de la época era visto con desconfianza. También fue importante en la lucha política en contra del antisemitismo y la intolerancia en Dinamarca.
Brandes murió en Copenhague en 1927. Su legado como crítico literario y escritor ha dejado una huella duradera en la literatura europea y continúa siendo estudiado y debatido hoy en día.
Victoria Benedictsson y Georg Brandes tuvieron una relación romántica breve pero intensa durante la década de 1880.
Benedictsson, una escritora sueca conocida por sus novelas realistas y controvertidas, había sido influenciada por las ideas de Brandes, un crítico literario danés que promovía el modernismo y el realismo en la literatura.
La relación entre Benedictsson y Brandes comenzó cuando ella comenzó a escribirle cartas de admiración y de deseo. Brandes respondió a estas cartas y pronto comenzaron una correspondencia regular. Más tarde, se encontraron personalmente en varias ocasiones, incluyendo una visita que Benedictsson hizo a Brandes en Copenhague.
A pesar de la brevedad de su relación, Brandes tuvo una gran influencia en la vida y obra de Benedictsson. Él la alentó a continuar escribiendo y a explorar temas polémicos, como el feminismo y el sexo. También la introdujo en círculos literarios europeos, lo que aumentó su reconocimiento como escritora.
Sin embargo, la relación entre Benedictsson y Brandes fue tormentosa y estuvo marcada por los celos y la inestabilidad emocional de Benedictsson. En 1888, Benedictsson se suicidó después de enterarse de que Brandes había comenzado una relación con otra mujer.
A pesar de su triste final, la relación entre Victoria Benedictsson y Georg Brandes sigue siendo un tema de interés en la historia literaria y cultural de los países escandinavos y de Europa en general.