George Dyer fue un artista británico nacido en 1934. Creció en una familia de clase trabajadora y abandonó la escuela a los catorce años para trabajar en una fábrica. Sin embargo, siempre tuvo interés en el arte y comenzó a pintar por su cuenta.
En la década de 1960, Dyer se convirtió en uno de los modelos más conocidos del artista Francis Bacon, con quien mantuvo una relación tormentosa y autodestructiva. Bacon se inspiró en Dyer para muchas de sus obras, pero la presión de su estilo de vida—la bebida, las drogas y las relaciones tumultuosas—desgastó la salud mental y física de Dyer.
En 1971, Dyer se suicidó en el hotel en que se encontraba con Bacon en París,luego de haber luchado con los demonios que Bacon retrató en su obra. A pesar de su trágico final, Dyer sigue siendo recordado como una figura importante en el mundo del arte y una influencia en la obra de Francis Bacon.
George Dyer fue el amante y modelo del artista Francis Bacon durante varios años. Conoció a Bacon en un pub en Soho en 1963 y comenzaron una relación tumultuosa e intensa. Dyer apareció en muchas de las obras de Bacon, incluyendo la serie de pinturas titulada "Hombre en movimiento" y en un tríptico llamado "Retrato de George Dyer en un espejo".
Sin embargo, la relación de Dyer y Bacon estuvo marcada por el alcoholismo, las peleas y la infidelidad. En la noche anterior a la inauguración de una importante exposición de Bacon en París en 1971, Dyer se suicidó en el baño del hotel en el que se hospedaban. Bacon quedó devastado por su muerte y continuó pintando obras relacionadas con Dyer durante varios años más.
La relación entre George Dyer y Francis Bacon es considerada una de las más icónicas y trágicas del mundo del arte del siglo XX.