George Frederic Watts (1817-1904) fue un pintor y escultor inglés, considerado uno de los artistas más importantes de su época. Nacido en Londres, estudió arte en la Royal Academy y luego viajó por Europa para ampliar su formación. Su trabajo se caracterizó por su estilo simbolista y su inclinación hacia temas filosóficos y religiosos.
Watts tuvo una carrera exitosa en el mundo del arte, expuso sus obras en importantes galerías y recibió numerosos encargos por parte de la aristocracia y la realeza británica. También fue un activista social, participando en iniciativas para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y promover la educación y la cultura para todos.
Entre sus obras más conocidas se encuentran "Hope", una pintura en la que una mujer en la oscuridad sostiene una antorcha encendida, y su retrato del poeta Alfred Tennyson. En su faceta escultórica, destaca el monumento a la poetisa Elizabeth Barrett Browning en la Abadía de Westminster.
Watts vivió en una época de importantes transformaciones sociales, políticas y culturales en Inglaterra, y su arte reflejó estos cambios. Se convirtió en uno de los referentes del movimiento estético victoriano y sus obras siguen siendo reconocidas y valoradas en la actualidad.
George Frederic Watts y Ellen Terry tuvieron una relación muy cercana y colaborativa a lo largo de sus carreras artísticas. Watts, considerado uno de los artistas más importantes de su época, pintó varios retratos de Terry, una de las actrices más importantes del teatro victoriano.
La primera vez que Watts pintó a Terry fue en 1864 cuando ella tenía solo 17 años y él era ya un artista establecido y venerado. La imagen fue aclamada tanto por la crítica como por los espectadores y ayudó a lanzar la carrera de Terry.
A lo largo de los años, los dos artistas continuaron colaborando y trabajando juntos en varios proyectos. Watts también creó varios diseños de vestuario para Terry, incluyendo trajes para sus actuaciones en Shakespeare.
Sin embargo, aunque su relación se mantuvo en un plano profesional, había un cierto nivel de admiración y afecto mutuo entre ellos. En las cartas que se conservan de ambos, se puede ver una amistad muy estrecha basada en el respeto y la admiración mutua por el talento del otro.
La colaboración entre Watts y Terry se mantuvo hasta el final de la vida de ambos artistas. En 1912, Terry posó una vez más para un retrato de Watts, esta vez con 65 años. La pintura, titulada "La Aurora", representa a Terry en una postura serena y tranquila, con rayos dorados que se filtran detrás de ella.
La relación entre George Frederic Watts y Ellen Terry fue una de las colaboraciones más significativas y amistosas entre un artista y una actriz en la época victoriana.